Undercut. [Inglés. Estrategia de carrera que consiste en entrar a boxes para cambiar los neumáticos antes que el rival para que, cuando éste entre a cambiarlos, salga detrás.]
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Las tardes en el taller eran bastante tranquilas, más si era casi hora de cerrar.
Después de estar ocupada casi todas las tardes después de salir de la universidad, Lisa terminaba exhausta. Pero esta era la primera semana en la que tenía tiempo para variar, incluso de perder el tiempo mirando Instagram.
La música sonaba lejana desde el taller, pero a un volumen normal. Lisa suspiró, mascando chicle. No quería saber el número de decibeles en los que Jackson tenía puestas las bocinas para que se escuchara así hasta la oficina. Afortunadamente, sus oídos estaban a salvo de morir desangrados por los gritos de agonía que daba el vocalista del grupo favorito de uno de sus mecánicos.
El auto en el que Lisa había estado trabajando durante la semana estaba listo para entregarse a primera hora del día siguiente. Así que perdió un poco más el tiempo hasta la hora de cierre, jugando con su teléfono y perdiéndose entre el sonido de los taladros y el retumbar de la batería.
Lisa era la más pequeña de cinco hermanos, todos aficionados a los deportes y a los autos. Era tradición levantarse los domingos por las mañanas para ver las carreras de Fórmula 1 con su padre durante tres cuartas partes del año, sintiendo la adrenalina de los actuales campeones defendiendo el título a base de estrategias, maniobras y el rugir del motor. Por lo que fue natural que Lisa terminara intrigada por el funcionamiento de los motores que movían a esas bestias a más de trescientos kilómetros por hora.
La primera vez que sintió ese gusanito de curiosidad fue cuando vio por televisión a una chica mecánica en el equipo de McLaren acercando una llanta intermedia para hacer el cambio en los boxes. Y fue mucho más impresionante cuando la chica tardó tres segundos en desmontar y montar la llanta para que el auto saliera de los pits perdiendo una sola posición.
Lisa lo había visto infinidad de veces. Sabía que hacer una parada de más de dos segundos y medio en los pits era una mala parada. Pero quedó impactada por el simple hecho de que había sido una mujer. Nunca en su vida había visto a una chica hacer eso. Ella tardaba al menos diez minutos cambiando una llanta, incluso con el taladro.
Fue entonces que decidió que ella no sería una mecánica de la F1. No. Lisa sería la mejor jefa de equipo en la F1, marcando un antes y un después en el deporte automovilístico. Quería incluso superar a Claire Williams cuando estuvo al mando del equipo Williams.
Aunque para llegar a la F1 faltaba aún bastante. Además de que apenas y podía pagar la universidad, mucho menos un boleto para un gran premio. Se moría por alguna vez poder asistir a un evento de ese calibre, pero tenía que conformarse con ir de vez en cuando a los rallys y la NASCAR.
Lisa suspiró recargando su mejilla en la palma de su mano sobre el mostrador, haciendo una bomba con el chicle y revisando las noticias en su página de inicio.
En fin. De ilusiones estaban hechos los sueños, ¿no?
Su dedo se detuvo cuando una publicidad apareció en su pantalla, anunciando el último modelo de la gama de BMW, y su mente no pudo evitar evocar a cierto pelirrojo que había estado en su tienda una semana antes.
Kai Nazarova se había acercado a ella cuando entregó una BMW C 400 GT que la misma agencia había mandado modificar para un cliente.
Ese día, Lisa iba tarde, porque nunca es ella quien entrega las unidades modificadas si es por encargo de una concesionaria.
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Ruleta Rusa [Libro #2]
RomanceBilogía «Russkaya ruletka». Libro #2. Alek Ivanov se fue a Tokio esperando regresar para saber qué decisión había tomado Tailime Nazarova respecto a su relación. Pero ella nunca volvió de Moscú, dejando el corazón de Alek destrozado. «Dos por uno» s...