Ruleta Rusa [Libro #2]

Extra ⌘ The Heartbreak Prince Parte 2

It's you and me, there's nothing like this
Somos tu y yo, no hay nada como esto
Miss Americana and The Heartbreak Prince (okay)
Miss Americana y El Príncipe del Corazón Roto (okay)
We're so sad, we paint the town blue
Estamos tan tristes que pintamos la ciudad de azul
Voted most likely to run away with you
Votado con más probabilidades de huir contigo

—Miss Americana and The Heartbreak Prince, Taylor Swift

⌘

Niki se removió en su asiento por enésima vez, mirando el reloj de su teléfono para corroborar que no habían pasado más de dos minutos desde la última vez que lo había visto, y que Tailime no lo había dejado plantado.

Igor no había dejado de quejarse toda la noche en cuanto se subieron al auto de Boris. La cosa empeoró durante las primeras conferencias de la Comic Con.

Más de una vez, Niki vio a Boris poner los ojos en blanco, rogándole a su amigo que dejara el tema por la paz. Después de todo, al que le habían sido infiel era a Niki, y él ni siquiera se estaba quejando.

Y es que Niki había estado bastante ausente, debatiéndose entre enviarle un mensaje a Tailime o no. Optó por la última opción. Primero, porque no sabía si Tailime seguía teniendo el mismo número de teléfono, y segundo, porque no quería verse tan desesperado después de haber cruzado apenas unas pocas palabras con ella.

Por eso se emocionó en cuanto su pantalla se iluminó con un mensaje de texto de parte de Tailime. Niki le respondió rápidamente, confirmando el lugar y la hora en la que se verían en una cafetería cerca del centro de Moscú, dentro del parque Gorki y con una espectacular vista al río Moscova.

Tuvo dificultad para mantener en secreto su reunión con sus amigos durante las dos noches en las que estuvieron viendo las transmisiones de las presentaciones de Cómic Con. La verdad, Niki no estaba de humor como para soportar los reclamos de Igor en cuanto se enterara de que vería de nuevo a Tailime para charlar. Y aunque Boris no se opondría al hecho, Niki sabía que se preocuparía por él. Y la verdad... Niki estaba emocionado.

Quería mantener ese espíritu en alto y no dejar que alguien más lo quebrantara.

A pesar de saber que Tailime estaba comprometida, Niki no pudo evitar buscar su mejor camisa, y al fin decidirse a peinarse con un nuevo estilo que había estado rehuyendo en probar, intentando verse menos plano y monótono que un empleado regular de oficina.

Por eso se miró en el reflejo de una de las ventanas una vez más, tratando de aplacar un poco su cabello, cuando reconoció una de las camionetas de los Nazarova estacionándose frente al establecimiento, de donde bajó Tailime con unos vaqueros que terminaban en unas cómodas zapatillas deportivas. Llevaba una blusa sin mangas en color negro, y que dejaba ver sus brazos con un leve bronceado.

A diferencia del día del centro comercial, llevaba su cabello suelto y estilizado como si estuviera en una película de Hollywood, y su sonrisa deslumbró incluso al chico que la atendió en la puerta.

De inmediato, el personal de la cafetería se movió para recibirla, encaminándola hasta la mesa donde la esperaba Niki.

Tailime no era precisamente una celebridad en Moscú, pero la gente la conocía por algún que otro artículo referente a la empresa de su familia, por lo que todos en algún momento habían visto su rostro y podían reconocerla. Muchas veces, Niki se burló de ella diciendo que era la nueva Paris Hilton rusa. Pero más que agradecer la atención, muchas veces Tailime se cohibía y prefería pasar de incógnito para que no la trataran diferente a un comensal cualquiera.