Debate tonto

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El comienzo del jueves arrancó con fuertes lluvias desde la madrugada hasta el mediodía.

Durante ese periodo de tiempo, en el instituto Houllin de Lazytown, el estudiantado permanecía dentro del centro. En un lugar más concreto, en la cafetería.

- Menudo día más asqueroso - gruñía Trixie dando un bocado a su sándwich -, está todo mojado y la gente de la cafetería apesta.

- Jolín Trixie - dijo Ziggy -, es lo que pasa cuando llueve. Apuesto todos mis caramelos que está tarde hay niebla.

- Seguramente.

- ¿Niebla después de la lluvia?

Stephanie se sorprendió porque las pocas veces que había llovido en la ciudad nunca vio la niebla.

- Cuando llueve mucho, como es el caso de hoy, por la tarde aparece una niebla muy espesa - le explicó Pixel comiendo su manzana -. Además, me gusta que haya niebla le da un toque tétrico al ambiente.

- ¿Tétrico? - repitió Trixie - Más bien, da un ambiente repugnante. Odio la niebla y todo lo relacionado con ella, apenas puedes ver lo que tienes delante cuando es espesa.

- ¿Ambiente repugnante?

Pixel empezó una discusión absurda con Trixie alegando que la niebla espesa era lo mejor en Lazytown. Sin embargo, la pelinegra le replicaba que ese fenómeno meteorológico era un asco y que, de vez en cuando, había causado accidentes en la carretera.

Ambos se enzarzaron en un debate tonto a la vez que cómico. Mientras, Stingy se acercó a los chicos y se sentó al lado de Trixie saludando a todos.

- ¿Se puede saber que os pasa?

Stingy supo por donde podían ir las balas.

- Pixel afirma que la niebla espesa le da un ambiente tétrico a Lazytown y yo solo digo que por culpa de esa niebla hay accidentes.

- Ay Dios mío - suspiró Stingy -, son las once de la mañana y, ¿os ponéis a discutir sobre un tema de gustos personales?

- No voy a hablar.

Trixie dejó a un lado el debate de la niebla, mientras que Pixel sonreía por la reacción de su amiga, le resultaba gracioso como se molestaba por discusiones tontas.

El barullo de la cafetería la agobiaba que decidió marcharse al lavabo de la primera planta. En cambio, los chicos siguieron charlando sobre la consecuencia de la niebla, dado que la semana de las fiestas estaba cerca —solo quedaba unos días— y dependiendo de cómo pintaba el clima el alcalde podía suspenderlas.

- No creo que mi tío haga eso - dijo Stephanie -, es solo niebla.

- Sí, pero piensa que muchos se van a emborrachar y van a hacer el tonto - decía Ziggy comiendo sus caramelos -. Por desgracia, las carreteras no son muy visibles y algún que otro imbécil es capaz de cruzar la acera sin darse cuenta de que algún coche le puede atropellar.

Stephanie, el glotón y el informático continuaban hablando sobre el mismo tema. Cinco minutos después, el cambio de guion fue los conciertos que iba a haber en el recinto.

Por su parte, Stingy no prestaba atención a la conversación. Como excusa, les comentó a los chicos que debía retirarse.

¿Estará bien Trixie?

Sportphanie IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora