La linterna

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Sportacus y Stingy se alejaron de la zona del lago, dejando atrás la pandilla de Roger.

- Hace años que una niebla tan espesa como esta, no la veía.

Comentó el héroe mientras Stingy lo observaba de reojo, no iba con su ropa de héroe con el número diez. Le resultó extraño y más su comportamiento.

- Sportacus - dijo Stingy -, ¿por qué no llevas tu ropa de héroe?

- El alcalde me pidió que fuera de incógnito para las fiestas de Lazytown.

- ¿Y también debías quitarte tu bigote?

- También.

- ¿Y cómo has sabido dónde estaba?

- Aunque mi cristal se ilumine cuando alguien corre peligro, también me indica donde se produce el hecho.

Ambos seguían andando hasta que el pijo se dio cuenta que iban en círculos.

- Creo que nos hemos perdi... ¿Sportacus?

Stingy miró a su alrededor, Sportacus ya no se encontraba con él. La niebla se hacía cada vez más espesa y era imposible ver lo que tenía delante de sus narices. El pijo siguió andando solo unos pocos metros hasta que escuchó que el héroe le llamaba.

- Sportacus, ¿dónde estás?

- A tu lado.

- ¿A mi lado? - Stingy miro a su alrededor y no lo veía por culpa de la niebla - No te veo, ¿llevas alguna linterna o algo que te pueda diferenciar?

- Más o menos.

Stingy no comprendía a qué se refería con ese más o menos, pero sintió un escalofrío que recorrió toda su espalda.

Entonces, entre los árboles, el mimado vio una figura y se acercó poco a poco creyendo que era Sportacus.

- Oye Sportacus - Stingy se estaba poniendo nervioso -, si es una broma no tiene ni pizca de gracia.

- ¿Broma? - Sportacus apareció entre unos matorrales - Estaba buscando mi linterna.

Stingy suspiró al ver de nuevo a su amigo, sin embargo, la figura que había entre los árboles había desaparecido.

Esto me está poniendo los pelos de punta, ¿qué es lo que está pasando?

- ¿Te encuentras bien? - preguntó el héroe encendiendo la linterna - Te veo nervioso.

- Este lugar me pone enfermo.

- Se te nota.

El héroe sonrió como de costumbre y aquella sonrisa logró tranquilizar a Stingy. Ambos siguieron andando hasta dejar atrás la zona del lago.

Sportphanie IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora