¿No te olvidas de algo? (Primera Parte)

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Sportacus se pasó, por primera vez en su vida, tumbado en su cama sin querer salir.

Tal vez, hoy no me apetezca hacer ejercicio ni tampoco comer ni ver a los chicos ni hacer absolutamente nada. Hoy, no me molestare en hacer algo «increíble».

El héroe intentaba cerrar los ojos, pero su cabeza no quería descansar. Miraba el despertador y eran las 10:15 de la mañana. Todavía no se había movido del colchón, no quería. Sportacus estaba cansado, más bien, agotado.

El insomnio llamó a su puerta y se puso bien cómodo atormentando al héroe. Sus pensamientos negativos lo ahogaban y mil preocupaciones le azotaban en su espalda con un látigo.

¿Por qué rechacé a Merodee? ¿Por qué Stephanie tenía qué aparecer en mi cabeza? ¿Por qué me tuve que fijar en una cría y no en una chica de mi edad o un poco más mayor que yo? Tampoco digo de fijarme en una mujer como Betsy, esa señora podría ser mi madre, pero ¿por qué una mocosa que alegra el día a sus amigos y los anima a continuar aunque su vida se derrumba tiene que ser dueña de mi corazón y de mi mente?

La idea de reconciliar el sueño le era imposible. Quería dormir un poco, aunque fueran dos horas seguidas, necesitaba descansar. Pero la mente vivía una tortura.

¿Qué es lo que te pasa pedazo de hijo de puta? ¿No eres capaz de acostarte con una chica de 27 años, pero sí con una de 18 años? Eres un enfermo, ¿lo entiendes? ¡UN PUTO ENFERMO, DEGENERADO Y MALNACIDO!

Sportacus empezó a tener un ataque de ansiedad.

¡Vale, tranquilízate!

- ¡CALMATE!

El grito le ayudó a bajar sus pulsaciones de inmediato. Los párpados bajaban lentamente cubriendo sus ojos al completo.
El héroe cayó por fin en su sueño.

Como era habitual, Trixie espero a Stephanie en la salida del instituto junto con Pixel y Ziggy.

- Trixie - le llamó el rubio -, está tarde Pixel y yo vamos al cine a ver la última película de Jurassic Park.

- ¿La del nuevo mundo?

- ¡Sí, esa! ¿Te vienes?

- Me encantaría, pero esta tarde he de realizar unos recados.

- No importa - se unió Pixel a la conversación -, otro día podríamos ir todo el grupo al cine. Así hacemos algo juntos.

La pelinegra le dio la razón al informático. Apenas hacían planes juntos y era una lástima que no lo hicieran. Por suerte, en las fiestas suelen quedar para divertirse.

Entre la multitud del alumnado, una chica con el pelo rosa y un rubio alto se hacían denotar entre la gente.

¡Jodido, danés!

Trixie no soportaba la idea de que Stephanie estuviera con Dolph. Ese chico no le caía muy bien, ella sabía que no era trigo limpio y le daba miedo que le pudiera hacer daño a su mejor amiga.

Ambos se despidieron en la puerta del centro. La pelorosa se acercó a sus amigos y se fue con Trixie de camino a casa.

Sportphanie IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora