bad liar.

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oh, tryin', i'm tryin'
i'm tryin', i'm tryin',
i'm tryin'
not to think about you



Gaia se estaba ahogando, estaba muriéndose con un pedazo de dorito atascado en su garganta, en frente de Max Verstappen, si esa era su muerte, era una muerte muy patética, debía admitir.

Sus ojos llorosos, su rostro caliente y rojo, tosia violentamente tratando de sacar el estúpido triángulo de maiz de su garganta, rápidamente el corredor trató de ayudarla pero ella le pegó un manotazo.

No me toques, quiso decir, pero no podía por evidentes razones. Miró a Max rodar los ojos y negar con la cabeza, aunque parecía preocupado por ella.

-Dejame ayudarte- se quejó el neerlandés, mientras la chica peleaba con el dorito atascado- no seas tan terca.

Gaia intentó darle otro manotazo, pero el la tomó del brazo, girandola sobre su propio eje, hasta dejarla de espaldas, de pronto el dorito podia esperar, tenía a Verstappen detrás suyo, muy cerca.

Y ella era solo una chica.

El encantó se rompió cuando el dió dos firmes palmadas en su espalda, que aunque le dolieron, fueron suficientes para expulsar el dorito y hacerlo caer en el suelo del paddock club.

Gaia miró el trozo asqueroso en el suelo y arrugó la nariz, su garganta dolía y aún tenia cerca a Max, se apartó de el y lo miró.

-Me dolieron las palmadas, eres un animal.

-No digas eso muy raro, van a pensar mal.

Gaia no había caído en cuenta de lo que dijo, hasta que lo repitió en su mente, cerró sus ojos con vergüenza y luego le dió otro manotazo al corredor.

-Bueno, igual gracias, me sacaste el pulmón también, pero me hubiera muerto si no llegabas.

-De nada- respondió el rubio- no pensé que ibas a venir.

-Te equivocaste, al final Geri logró convencer a mi papá de traerme- se encogió de hombros- ¿que tal todo?

-Bien- dijo- aunque bueno, nervioso por mañana.

-¿Tienes miedo? que baboso.

Max rodó los ojos.

-Tu papá me envió aquí para decirte que no podrán cenar, tiene que trabajar hasta tarde con los ingenieros- ella asintió, con cierto desánimo.

Miró la hora, no había pasado ni media hora. Aunque bueno, tampoco es que las prácticas fueran precisamente largas, tomó su bolso del sillón.

-Bueno, entonces me voy- dijo- suerte mañana, la necesitarás.

Max rodó los ojos.

-Gracias, siempre tan amable.

-Solo soy honesta- se dió la vuelta- buenas noches.

-Espera, ¿quieres ir a comer? iba a ir- ella lo miró confundida- ¿qué?

-¿Me vas a envenenar la comida?

REPUTATION || max verstappen. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora