like a prayer

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when you call my name, it's like a little prayer
i'm down on my knees, i wanna take you there

Gaia insistió en ir a los premios de la FIA, quería acompañar a Max y verlo recibir su premio, ya que no pudo estar para la carrera

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Gaia insistió en ir a los premios de la FIA, quería acompañar a Max y verlo recibir su premio, ya que no pudo estar para la carrera. Max se negó, llegaron a Mónaco nada más unos días antes y ella debía tener reposo, pero Gaia era insistente.

-Por favor, Maxie- pidió ella- ya estoy mejor, déjame acompañarte.

-Deberiamos quedarnos aquí- dijo Max- y que descanses un poco.

Gaia tenia dos meses de embarazo, ya había entrado diciembre y ella cumplió al pie de la letra las indicaciones de su doctor. El embarazo iba bien y Gaia se cuidaba muchísimo.

-Anda, que nos hemos portado bien- pidió haciendo un puchero- al menos solo a la ceremonia, podemos volver a casa después de tu premio, por favor, por favor.

Max suspiró.

-Bien, pero después quiero que volvamos a casa y mantengas el reposo- Gaia asintió contenta, Max besó sus labios- ¿que quieres que te traiga?

-Mmm no sé, quiero papas y chocolate, puedes traerme papas de cebolla y nutella, quiero echarles encima.

Max la miró extrañado.

-Okay- alargó las vocales- ¿algo más?

Gaia lo pensó.

-Traeme gomitas, picante y un jugo de esos que tienen envase de cartón- Max la miró aún más confundido- no sabrá igual que en México, pero haré lo que pueda, tengo ganas de esas deliciosas gomitas que probé en México.

Max no entendía muy bien sus antojos, pero le parecía divertido esas combinaciones raras, besó a su novia en los labios y salió del apartamento, para ir a la tienda más cercana. Gaia se estaba quedando con él,  en su penthouse, porque Max decía que era más cómodo, y bueno, claro que sí, el apartamento de Gaia era una choza en comparación al penthouse de un corredor de fórmula uno millonario.

Diez minutos después que Max salió de la casa, el timbre sonó, Gaia suspiró, su estomago había crecido poco, apenas llevaba dos meses, se pregunta cómo será cuando lleve más tiempo, de solo pensarlo sonríe.

Caminó con calma a la puerta, cuando la abrió, se extrañó pero no reaccionó de manera agresiva, como lo hubiera hecho antes por dos razones:

1) su bebé

2) Penélope Kvyat la miraba curiosa.

Gaia miró a Kelly, cansada y hasta aburrida de la situación, honestamente, la chica solo quería esperar a Max y su comida, acostarse y ver una película.

-¿Que haces aquí?- preguntó hacia la adulta, luego miró a la pequeña- hola Penélope.

-Hola Gaia- sonrió la niña, que sostenía la mano de su mamá- ¿está Maxie?

REPUTATION || max verstappen. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora