capítulo 59

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♤ángel y demonio♤

Céline

Observo a Elian mientras le sigo la pista a ese maestro de música, esta en el escritorio tiene el ceño fruncido, tiene solo un pantalón de chandal gris, no lleva camisa, está descalzo, sonrió al ver como eleva la ceja mientras observa los diamantes.

Nunca lo había visto trabajar en joyas, los lentes y el cabello despeinado hacen que se vea sexi, observo las esmeraldas, sus ojos son de ese tono.

Me incorporo de la cama, camino hacia el esta tan entretenido que no nota cuando llego a el, despega la mirada de los diamantes, me observa – ¿pasa algo? – niego – ¿tienes hambre? – asiento – pediré la comida – niego mientras me siento sobre sus piernas, deja su mano sobre mi pierna, observo los guantes negros.

– que haces – me muestra en lo que trabaja, sonrío observándolo, son dos anillo, una pareja de Leones, observo los diamantes, rubíes, esmeraldas, Zafiros, jadeíta, Ópalo negro, Bixbita, hay muchas piedras preciosas.

– ¿qué diamantes te gustan más? – me señala cada uno algunos con forma redonda y otros en formas de fantasía.

Saca una caja metálica muy hermosa, dejándola sobre el escritorio, saca otra caja más grande rectangular – estos – asiente.

Deja las cajas frente a mi – Elije una – frunzo el ceño, mientras las abro, en la caja grande hay un arma muy hermosa, me fijo en el diseño y son los nuevos diseños en armas, sonrió por que los nuevos diseños en armas están inspirados en mi, todas llevan esas tonalidades grises metálicas muy hermosas.

Abro la otra caja y elevo las cejas es un collar muy hermoso, repleto de diamantes, pero el atractivo principal el la letra D y el diamante rosa es muy hermoso – ¿una D? – deja lo que estaba haciendo y me observa se pierde en el color de mi ojos, asiente – ¿de que?.

– de Dama, Divina, Deliciosa – niego – Demente – le doy un golpe en el brazo – de Diosa – besa mi cuello – y la D de ese que siempre te protegerá.

– la D de el amo de las sombras – asiente, rozó mi nariz con la suya, dejando un beso corto sobre sus labios – me gusta el diamante – lo observa – ¿que diamante es?.

Lo saca de la caja con mucho cuidado – es un Lulo Rose – no lo había escuchado – hace años en el 2017 se puso en venta un diamante Rosa de 59,6 quilates y se vendió por 71,2 millones de dólares.

– ¿compartes ese? – niega.

– compre el Lulo Rose de 170 quilates en su momento fue difícil por que no estaba a la venta – recuerdo la información de el primer diamante mencionado.

– me estás diciendo que su precio es aún más disparado – asiente.

– el valor era incalculable – se encoje de hombros volviendo a lo suyo.

– Elian... esto es – no tengo palabras.

– lo que es imposible lo hago posible para mi mujer – besa mis labios – ¿ya decidiste?.

Observo ambas cosas, pero hay algo ue me llama la atención  en el collar, es un infinito – ¿por que el infinito? – se concentra en incrustar los diamantes en las joyas.

– en términos matemáticos no tenemos principio ni fin, si es de describinos no tenemos límites y si en números me pides que te lo diga podría contar positivos y negativos y nunca llegar al final – lo observo, levanta la mirada me observa, dejo un beso en sus labios.

– quiero el collar – sonríe sobre mis labios, lo toma de nuevo colocándolo, paseo mis dedos por la pieza única – me encanta.

– lo se – pasa sus manos por mi rostro, detesto no sentir su piel, pero si se quita los guantes solo se lastimarla más, deja la pequeña caja delante de nosotros, dirijo la mirada a los dos anillos son perfectos.

La Última Melodía (+21) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora