Mentiras piadosas

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Capítulo: Corazones en Guerra

POV Lisa

La imagen de Jennie con ese niño en brazos no se apartaba de su mente. Lisa había pasado la noche sin dormir, reviviendo la escena una y otra vez, tratando de convencerse de que debía dejarlo ir, pero el parecido del niño con ella era innegable. ¿Cómo podía ignorarlo? Todo en su interior gritaba que algo no encajaba. Jennie nunca sería capaz de abandonarla así, ¿verdad? La duda comenzó a consumirla como un fuego implacable.

En la madrugada, Lisa se sentó en su escritorio, rodeada de piezas de motocicletas y planos, su único escape. Pero esa noche no pudo concentrarse. Todo lo que sentía era rabia, tristeza y una necesidad ardiente de respuestas. Con un golpe al escritorio, tomó una decisión: iba a confrontar a Jennie, sin importar las consecuencias.

POV Jennie

Jennie estaba en su habitación, intentando calmar a Giann, que lloraba sin parar. Se sentía atrapada en un torbellino de emociones; cada vez que miraba los ojos de su hijo, veía a Lisa. Eso la atormentaba y, al mismo tiempo, le daba una esperanza que no debía permitirse. Eun Woo había sido claro: si alguna vez dudaba de él públicamente, lo perdería todo, incluso a Giann.

Esa noche, mientras el bebé finalmente se dormía, Jennie se quedó observándolo en silencio. Sus lágrimas comenzaron a caer cuando susurró:
—¿Por qué todo terminó así? Yo nunca quise esto, Giann... nunca.

Un ruido la sacó de sus pensamientos. Jennie miró hacia la ventana y, para su sorpresa, vio a Lisa, de pie bajo la lluvia, con la mirada más desgarradora que había visto en su vida. Su corazón dio un vuelco. ¿Cómo había llegado hasta ahí? ¿Cómo había encontrado el valor para enfrentarse a todo?

POV Lisa

Lisa, empapada por la lluvia, miraba hacia la ventana de Jennie. Había intentado detenerse, decirse a sí misma que no era el momento, pero no podía. La necesidad de respuestas era más fuerte que cualquier barrera. Golpeó la puerta varias veces, hasta que finalmente Jennie la abrió.

—Lisa... —dijo Jennie, con la voz quebrada, intentando cerrar la puerta, pero Lisa la detuvo.
—No puedes seguir haciendo esto, Jennie. Necesito respuestas.

Jennie retrocedió, el rostro pálido. Lisa entró, dejando charcos de agua a su paso.

—¿Por qué? —preguntó Lisa con un tono lleno de dolor—. ¿Por qué no me esperaste? ¿Por qué te casaste con él? Y lo más importante... ¿ese niño es mío, Jennie?

La pregunta hizo que Jennie se quedara sin aliento. Su corazón se aceleró, y las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas.

—Lisa, no puedes estar aquí —susurró, evitando mirarla a los ojos.
—¡No me importa! —gritó Lisa, golpeando la pared con el puño—. ¡Contéstame, Jennie! ¿Ese niño es mío?

Jennie se llevó las manos al rostro, sollozando. No podía decirle la verdad. No cuando Eun Woo había prometido hacerle daño si lo hacía.

—¡Di algo, Jennie! —gritó Lisa, la voz quebrada.
—¡No lo sé! —respondió Jennie finalmente, gritando con desesperación. Sus palabras golpearon a Lisa como un balde de agua fría.

—¿Qué significa eso? —preguntó Lisa, retrocediendo, sus ojos llenos de incredulidad.
—Significa que no lo sé, Lisa... Porque Eun Woo dice que es suyo, pero cada vez que veo a Giann, veo tus ojos. Y no sé qué hacer. Estoy atrapada.

El silencio llenó la habitación, solo interrumpido por los sollozos de Jennie. Lisa sintió que el mundo se derrumbaba a su alrededor.

—Te amé, Jennie. Te amé más de lo que nunca amaré a nadie. Y me dejaste, elegiste esta vida... —Lisa se detuvo, tomando aire—. ¿Por qué no me esperaste?

Rivales del corazón. JENLISA G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora