El día comenzó con una brisa fresca, el sol despuntando suavemente sobre el campamento mientras los grupos se preparaban para otra actividad en equipo. Lisa y Jennie se despertaron temprano, emocionadas por pasar más tiempo juntas. Sin embargo, algo estaba a punto de cambiar el curso de ese día tan perfecto.Después del desayuno, el grupo fue convocado por el dueño del campamento, Cha Eun-Woo, un hombre atractivo con una sonrisa encantadora que llamaba la atención de todos. Tenía una energía carismática y su presencia no pasó desapercibida, especialmente para Jennie, quien notó su amabilidad desde el primer momento.
—¡Buenos días a todos! Hoy les tengo una actividad especial en equipo —anunció Cha Eun-Woo con una sonrisa—. Será divertida, pero también les ayudará a trabajar en equipo y fortalecer su confianza.
Jennie y Lisa escucharon atentamente las instrucciones, aunque Lisa notaba que Eun-Woo dedicaba más tiempo a observar a Jennie. Sin embargo, Lisa lo ignoró, creyendo que no era más que su imaginación. A medida que los equipos se formaban, Lisa fue asignada a un grupo diferente al de Jennie, lo que significaba que pasarían un rato separadas.
Durante la actividad, Jennie trabajó de cerca con Cha Eun-Woo, quien se ofreció a ayudarla en varias ocasiones. A medida que iban resolviendo las tareas, Jennie y Eun-Woo comenzaron a charlar más, compartiendo bromas y sonrisas. Él tenía una manera suave de hablar, haciendo que Jennie se sintiera relajada y cómoda.
—Eres muy buena en esto, ¿lo sabías? —dijo Eun-Woo mientras ambos armaban una estructura con las cuerdas.
—Bueno, trato de hacer lo mejor posible —respondió Jennie, sonriendo—. Tú también eres bastante hábil.
—Gracias, pero tengo que decir que tú destacas más —respondió él, dándole una sonrisa encantadora. Jennie no pudo evitar reírse ante el halago.
Mientras esto sucedía, Lisa no se percataba de la cercanía entre ellos, concentrada en su propio equipo. Sin embargo, los comentarios entre risas y las miradas cómplices entre Jennie y Eun-Woo no pasaron desapercibidos para los otros miembros del campamento, quienes comenzaron a murmurar sobre lo que veían.
Al finalizar la actividad, llegó la hora del almuerzo. Lisa buscó con la mirada a Jennie, queriendo sentarse a su lado, pero para su sorpresa, Jennie no estaba cerca de donde se solían reunir. En cambio, Lisa la vio caminando hacia la mesa de Cha Eun-Woo, donde ambos se sentaron juntos.
Jennie parecía relajada, riendo mientras hablaba con Eun-Woo. La cercanía entre ellos y la forma en que Jennie se inclinaba hacia él no pasó desapercibida para Lisa. Su sonrisa comenzó a desvanecerse lentamente al ver cómo Jennie se alejaba de ella, tanto físicamente como emocionalmente.
—¿Por qué se sienta con él? —murmuró Lisa para sí misma, sintiendo cómo la molestia crecía en su interior.
Los minutos pasaron y Lisa seguía observando de lejos, sus manos apretadas en su regazo. Jennie y Eun-Woo parecían estar pasándola genial, riendo y conversando con una facilidad que hizo que Lisa sintiera una punzada de celos.
Finalmente, no pudo soportarlo más. Se levantó de su asiento bruscamente y salió del comedor, furiosa, con el ceño fruncido y el corazón latiendo rápido. Necesitaba alejarse antes de hacer o decir algo de lo que pudiera arrepentirse.
—¿Lisa? —la voz de Rose la alcanzó cuando apenas había salido del edificio—. ¿Qué te pasa? Te vi salir muy enojada.
Lisa se detuvo, pero no se giró de inmediato. Rose la alcanzó y se paró frente a ella, mirando su expresión claramente alterada.
—Nada. No quiero hablar de eso —dijo Lisa con tono seco, cruzando los brazos.
—Vamos, te conozco. Sé que algo te está molestando. ¿Es por Jennie? —preguntó Rose, mirándola con preocupación.
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Rivales del corazón. JENLISA G!P
FanficEn el competitivo mundo de una preparatoria de élite en Seúl, donde la perfección es la norma y el drama está a la vuelta de la esquina, dos mundos colisionan en un torbellino de emociones y rivalidades. Jennie Kim, la estricta presidenta del consej...