Rivales del corazón. JENLISA G!P

Lisa...

POV Jennie

Las palabras se sentían pesadas en mi garganta, como si cada letra que intentara pronunciar fuera una carga imposible de sostener. Me había tomado días reunir el valor para enfrentar a todos, para admitir en voz alta lo que ya no podía negar. Mientras estaba rodeada por el consejo estudiantil, observaba sus rostros expectantes y me preguntaba cómo reaccionarían.

Respiré hondo antes de hablar. La sala se sumió en un silencio absoluto, cada segundo de espera me carcomía un poco más. Finalmente, con la mirada fija en mis manos temblorosas, solté la bomba.

—Estoy... estoy embarazada.

Un murmullo recorrió la sala, y de inmediato noté la variedad de emociones en sus caras. Algunos parecían felices por mí, otros sólo sorprendidos, mientras que otros, como mi primo Taehyung, tenían la expresión congelada en una mezcla de shock y preocupación.

—Jennie... ¿esto es en serio? —preguntó Seulgi, con una mirada llena de ternura, como si quisiera ofrecerme consuelo en ese mismo instante.

Asentí lentamente. No había nada más que pudiera decir para demostrar la veracidad de mis palabras.

Taehyung, sin embargo, no podía ocultar su incomodidad. Frunció el ceño, sus ojos oscuros me miraban con intensidad.

—Jennie, ¿qué va a decir mi tío de esto? —preguntó, su voz apenas un susurro, pero cargada de preocupación.

La mención de mi tío fue un golpe duro, un recordatorio de la complicada situación en la que me encontraba. Mi mente comenzó a llenar los espacios vacíos con el temor de su reacción, y me invadió el miedo de cómo enfrentarlo. Sentí el peso de mi decisión, no solo por el bebé, sino por todo lo que se avecinaba con mi familia.

—No lo sé, Tae... —murmuré, con la voz temblorosa—. Pero tengo que decírselo, no puedo ocultarlo más.

Los demás se quedaron en silencio, sus miradas reflejaban la mezcla de apoyo y preocupación. Yo sentía que el mundo entero se estaba cerrando a mi alrededor.

Después de un rato, recogí mis cosas y salí de la sala, agradeciendo en silencio a mis amigos por no presionarme con más preguntas. Mientras caminaba hacia la casa de mi tío, el sonido de mis propios pasos resonaba en mi cabeza, cada paso me acercaba más a enfrentar una realidad que aún me aterraba.

De pronto, una voz familiar me sacó de mis pensamientos.

—Jennie, espera —dijo Eun Woo, acercándose rápidamente.

Me volví, sorprendida al verlo, y en un instante, sin previo aviso, me rodeó la cintura con sus manos y me atrajo hacia él, como si fuéramos una pareja en público. Mis ojos se abrieron como platos mientras el asombro me dejaba inmóvil. Coloqué mis manos en su pecho, tratando de apartarlo, pero él no cedía.

—¿Qué... qué estás haciendo? —pregunté, con un tono entre confundido y molesto.

Eun Woo sonrió de una manera que no me gustó en lo absoluto, su mirada oscura reflejaba un atrevimiento que no había visto antes.

—Vamos, Jennie, vengo estresado. —Su tono era despreocupado, como si esperar que estuviera a su disposición.

El enojo burbujeó dentro de mí, sentí cómo mis manos temblaban, y lo empujé con fuerza, tratando de separarme de él.

—A mí no me importa si estás estresado. ¡Quítate! —dije, tratando de contener mi ira.

Eun Woo no se movió, y en cambio, me sujetó con más firmeza, acercándose aún más. Su rostro estaba lo suficientemente cerca para que pudiera sentir su respiración, y la dureza en su mirada me hizo sentir un escalofrío.