Rivales del corazón. JENLISA G!P

Nuevas olas en miami

El avión aterrizó suavemente en el Aeropuerto Internacional de Miami, y la emoción entre los estudiantes era palpable. Con cada uno que bajaba por la escalerilla, el calor del sol y la brisa marina les daban la bienvenida, llenando el aire de una energía vibrante. Jennie y Lisa intercambiaron miradas brillantes y sonrisas nerviosas, sintiendo que esta era la oportunidad perfecta para disfrutar de su relación en un ambiente nuevo y emocionante. Después de tantas dificultades, ese viaje significaba un nuevo comienzo.

Al abordar el autobús que los llevaría a las cabañas, el grupo de estudiantes no paraba de hablar sobre las actividades planeadas para la semana. Las risas llenaban el aire mientras se acomodaban en los asientos. Jennie y Lisa se sentaron juntas, sus manos entrelazadas bajo el asiento, disfrutando de cada segundo que pasaban cerca la una de la otra.

—Estoy tan emocionada —dijo Jennie, mirando por la ventana—. ¿Te imaginas todas las cosas que podemos hacer en la playa?

—Sí, y no puedo esperar a estar en el mar —respondió Lisa, sonriendo de oreja a oreja—. Además, será genial pasar tiempo contigo sin distracciones.

Después de un corto viaje, llegaron al campamento de cabañas, situado justo al borde de la playa. Las cabañas eran acogedoras, decoradas con colores vibrantes y rodeadas de palmeras que se mecía suavemente con la brisa. Al entrar, el aroma a mar y madera fresca los envolvió, y Jennie no pudo evitar sentirse emocionada por lo que les esperaba.

Una vez acomodados, el director del consejo estudiantil reunió a todos en el área común, un espacio al aire libre con mesas y sillas de picnic.

—Hoy vamos a hacer una búsqueda del tesoro en la playa —anunció el director con entusiasmo—. Asegúrense de trabajar en equipo y divertirse.

Las palabras del director resonaron en el aire, y la emoción se apoderó de los estudiantes. Se formaron grupos, y Jennie se quedó con las chicas del consejo, mientras que Lisa se unió a sus amigos, incluidos Taehyung y Jisoo.

—Nos vemos después, ¿sí? —dijo Lisa, dándole un pequeño beso en la mejilla a Jennie antes de separarse.

—¡Por supuesto! —respondió Jennie, sintiendo que la separación sería más difícil de lo que había anticipado.

La búsqueda del tesoro comenzó rápidamente, y los grupos se dispersaron por la arena, buscando pistas y realizando desafíos. Las risas y los gritos de emoción llenaban el aire, mientras Jennie se concentraba en su equipo, intentando no pensar en lo mucho que extrañaba a Lisa.

Mientras tanto, en la cabaña de Lisa, la atmósfera era diferente. El grupo de amigos se había acomodado en el sofá, riendo y recordando anécdotas. Irene, una amiga cercana, parecía tener otros planes en mente. Con una actitud juguetona, se acercó a Lisa mientras hacían una pausa en el juego.

—Oye, Lisa —dijo Irene, con una mirada pícara—, ¿te importa si me siento más cerca?

Lisa sintió un ligero nerviosismo, pero asintió, intentando mantener el ambiente relajado. Irene se sentó más cerca, casi rozando su brazo.

—Siempre he admirado lo segura que eres. Eres muy... inspiradora —dijo Irene, mirándola con intensidad mientras acariciaba la mano de Lisa suavemente.

Lisa sintió que la incomodidad crecía. Se forzó a sonreír, pero las acciones de Irene comenzaron a cruzar la línea de lo que consideraba apropiado.

—Gracias, Irene, pero... —intentó decir, pero Irene la interrumpió.

—Es solo que me encanta la forma en que te sientes tan... libre. Me hace pensar que deberíamos salir más, solo nosotras dos.