El primero de diciembre marcaba el comienzo de la temporada favorita de Elvira. Había algo especial en este mes que siempre había resonado profundamente en su ser. No sabía si era el ambiente festivo, las posadas de su querido México, la proximidad de la Navidad, o quizás el hecho de que también celebraba su cumpleaños en este mes. Diciembre siempre la había hecho sentir una mezcla de emociones, a la vez depresiva y festiva, como si se balanceara entre dos estados de ánimo opuestos.
Cuando era niña, la Navidad en su familia no era una gran celebración. Apenas había regalos, y las cenas navideñas eran sencillas, sin la pompa que veía en las películas o en las casas de sus amigos. A menudo, terminaba pasando la Navidad en casa de alguna tía, o, cuando fue creciendo, en casa de amigos que la invitaban a unirse a sus propias celebraciones. Pero con el tiempo, Elvira se fue cerrando, encontrando refugio en su habitación, celebrando la Navidad en soledad, pero no con tristeza, sino en su propio espacio, de la manera que ella elegía.
A pesar de esa soledad autoimpuesta, había algo en el ambiente de diciembre que siempre la llenaba de una especie de calidez. Le gustaba compartir el espíritu festivo virtualmente, ya fuera desde las cuentas de sus clientes o en sus propias redes sociales. Era su manera de sentirse conectada con el mundo, aunque fuera a distancia. Pero desde que la fama la había alcanzado, algo había cambiado. El año pasado, había salido con Nicholas y su esposa a divertirse, a disfrutar de las luces y la música, una pequeña pausa en su rutina de trabajo. Pero este año, con Nicholas y su esposa viajando, Elvira se encontraba nuevamente en ese estado de expectativa y soledad, preguntándose si algo bueno podría suceder.
Sentada en su escritorio, Elvira miraba por la ventana, viendo cómo las primeras decoraciones de Navidad comenzaban a aparecer en las calles de Nueva York. Había algo en la vista que la tranquilizaba, una especie de promesa de que este año, aunque diferente, aún podría ser especial.
Tomó un sorbo de su café, su mente vagando por los recuerdos de sus Navidades pasadas. A pesar de que nunca habían sido particularmente festivas, siempre había algo en diciembre que la hacía sentir viva. Era un mes de reflexiones, de pensar en lo que había logrado y en lo que venía. Pero este año se sentía diferente. La fama que había alcanzado como RAYA había transformado su vida de formas que aún estaba intentando comprender. Y aunque parte de ella anhelaba la tranquilidad de sus antiguas rutinas, otra parte, la que había estado en contacto con personas como Sebastian, sentía una chispa de anticipación.
"Quizás algo bueno está por venir," pensó mientras se giraba hacia su computadora. Había pasado el último mes sumergida en su trabajo, escribiendo el próximo libro de su trilogía, interactuando con sus fans, y manteniendo esa delicada danza de anonimato con Sebastian. Pero ahora, con diciembre comenzando, no pudo evitar preguntarse si este sería un mes en el que algo nuevo y emocionante podría ocurrir.
Elvira se levantó de su escritorio y comenzó a caminar por el apartamento, sintiendo la necesidad de hacer algo diferente, de romper con la rutina. Quizás decoraría un poco el lugar, pondría algunas luces, o tal vez se tomaría un tiempo para disfrutar de la ciudad decorada para la temporada. Había algo en el aire, una energía que no podía ignorar, y aunque no sabía exactamente qué, sentía que este diciembre podría traer más que solo recuerdos de Navidades pasadas.
Mientras se preparaba para salir a dar un paseo, no pudo evitar sonreír ante la idea de que, aunque siempre había sido reservada y cautelosa, algo en ella estaba cambiando. Quizás era el espíritu de la temporada, o tal vez era la influencia de las nuevas conexiones que había hecho, pero una cosa era segura: este diciembre se sentía diferente, y estaba lista para descubrir por qué.
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La Búsqueda que nos unió - Sebastian Stan
FanfictionCOMPLETA 🫰🏻 ¿Alguna vez has sentido que las palabras de un libro te hablan directamente al corazón? Sumérgete en la fascinante historia de Sebastian, un actor que lo tenía todo: fama, dinero, éxito y un brillo que muchos envidiarían. Pero detrás...