Elvira había despertado con una mezcla de emoción y nerviosismo que no la había dejado dormir bien la noche anterior. Hoy era el día. El lanzamiento de su libro, su cumpleaños, y la transmisión en vivo que había estado planeando con tanto cuidado. A medida que el día avanzaba, sus nervios solo aumentaban. Había respondido a algunos mensajes de los pocos amigos que aún conservaba, había llamado a su mamá en México para escuchar su voz reconfortante, y había intercambiado algunos textos con Nicholas, quien le aseguró que todo estaba listo para la transmisión.
Su apartamento estaba lleno de actividad. Pronto llegaron las personas encargadas de montar todo lo necesario para que la transmisión fuera lo más profesional posible. Montaron dos lonas alrededor de una mesa decorada con varios de sus libros y un gran póster de la portada, que mostraba una hermosa ilustración de la pareja protagonista, con un paisaje italiano de fondo. Y, por supuesto, al lado de la mesa, a manera de broma interna que solo unos pocos entenderían, estaba un juguete de buen tamaño de la famosísima moto. La moto que había prometido mantener intacta, y que ahora se había convertido en un símbolo entre ella y Sebastian.
Elvira observaba a las personas ir y venir por su sala, ajustando detalles, conectando cables, y preparando todo para el gran momento. Había insistido en que la transmisión se hiciera en un lugar donde pudiera controlar cada aspecto, y por eso había elegido su propio hogar. Los contratos de confidencialidad ya se habían firmado con la editorial, asegurándose de que nadie tomara fotos de ella o revelara detalles que no quisiera compartir.
Sin embargo, la ansiedad estaba al tope. Quedaban solo unos minutos para el inicio de la transmisión, y su mente estaba acelerada. Dos chicas amables del equipo de marketing de la editorial, con quienes apenas había tenido un par de reuniones, estaban ayudándola a conectar las luces y asegurarse de que todo se viera lo más profesional posible.
—A la chingada los nervios, como dicen ustedes los mexicanos —dijo Nia, una de las chicas, en español, con un tono que intentaba ser reconfortante.
Fabi, la otra chica, rió y asintió, respondiendo también en español.
—Sí, sí, a la chingada —repitió, causando un momento de risa entre ellas, mientras Nicholas y otros del equipo alrededor, que no entendían el español, las miraban con curiosidad.
El momento llegó. Faltaban solo dos minutos para la transmisión, y las chicas comenzaron con una cuenta regresiva. Elvira sentía que su corazón latía con fuerza, y su respiración se volvió más rápida. El sonido del "live" activado resonó en sus oídos, y de inmediato vio cómo el número de espectadores empezaba a subir. En cuestión de segundos, ya había más de 30,000 personas conectadas, y el número seguía creciendo. Su nivel de ansiedad se elevaba con cada nuevo espectador que se unía.
Podía ver todos los comentarios fluyendo en la pantalla frente a ella, y eso solo aumentaba su nerviosismo. Su mirada comenzó a buscar frenéticamente entre las cuentas verificadas que entraban, deseando con todas sus fuerzas ver un nombre en particular.
Y entonces lo vio. "SebastianStan" apareció en la lista de espectadores, y su presencia, aunque solo fuera virtual, tuvo un efecto inmediato en ella. Su respiración se calmó un poco, y soltó un suspiro de alivio. A pesar de los nervios, sabía que él estaba allí, apoyándola, y eso le dio la fuerza que necesitaba para continuar.
Con un tono nervioso, pero lleno de determinación, dijo:
—Hola...
El equipo alrededor de ella no pudo evitar reírse con cariño ante su saludo vacilante, y ese pequeño momento de humor ayudó a aliviar la tensión en la sala. Elvira sonrió tímidamente, sintiendo que los nervios comenzaban a disiparse un poco.
Sabía que estaba rodeada de personas que querían lo mejor para ella, y que, a pesar de todo, este era su momento. Con Sebastian allí, observándola, y con el apoyo de todos los que la rodeaban, decidió que iba a disfrutar de este día. Iba a compartir su historia, su proceso creativo, y, lo más importante, iba a ser ella misma.
La transmisión en vivo estaba en marcha, y Elvira, con el apoyo de su pequeño pero significativo círculo, estaba lista para enfrentar cualquier cosa que viniera, con el corazón abierto y una nueva confianza en sí misma.
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La Búsqueda que nos unió - Sebastian Stan
FanfictionCOMPLETA 🫰🏻 ¿Alguna vez has sentido que las palabras de un libro te hablan directamente al corazón? Sumérgete en la fascinante historia de Sebastian, un actor que lo tenía todo: fama, dinero, éxito y un brillo que muchos envidiarían. Pero detrás...