Un Destino Inesperado.

Cap12: Dolores y Traiciones

Capítulo 12: Dolores y Traiciones

El sol apenas asomaba sobre el horizonte, tiñendo el cielo de un suave tono anaranjado. El parque de Konoha, normalmente bullicioso con la llegada del día, se encontraba en un estado de calma engañosa. Los primeros rayos de sol filtraban a través de las hojas de los árboles, creando un juego de luces y sombras sobre el suelo cubierto de rocío. Era la mañana perfecta para una traición que alteraría el equilibrio de todo lo que había sido construído entre Naruto y Sasuke.

Sai se dirigía al parque con un propósito en mente. Su sonrisa maliciosa, como una sombra en su rostro, reflejaba la intención de provocar el caos que había planeado meticulosamente. A lo lejos, observaba a Naruto sentado bajo un árbol de cerezo, la figura del rubio contrastando con el fondo verde y fresco. Naruto parecía relajado y despreocupado, disfrutando de la tranquilidad matutina sin saber que estaba a punto de ser el centro de un drama doloroso.

Sai avanzó con pasos deliberados y sigilosos, su actitud desafiando la paz que reinaba en el parque. La sonrisa en su rostro no era nada menos que una mueca de triunfo. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, se detuvo y estudió a Naruto con frialdad.

Naruto, con los ojos cerrados y disfrutando de la brisa suave, no notó la presencia de Sai hasta que fue demasiado tarde. Sai, sin previo aviso, se inclinó hacia adelante y lo besó. La sorpresa en los ojos de Naruto se transformó rápidamente en confusión y, por un instante, la sorpresa se apoderó de él. Con una combinación de emoción y sorpresa, Naruto correspondió al beso, un gesto involuntario que resultó ser más revelador de lo que Sai había planeado.

El momento se estiró, aparentemente eterno, hasta que un sonido rompió la burbuja de calma. Sasuke apareció en la entrada del parque, decidido a pasar la mañana en soledad, solo para encontrar la escena que lo sacudió hasta el núcleo. La visión de Naruto besándose con Sai fue como un golpe directo al corazón de Sasuke. Sus ojos se llenaron de furia, dolor y traición, sus puños se cerraron con fuerza, y su cuerpo temblaba bajo la presión de sus emociones contenidas.

— ¡¿Qué demonios está pasando aquí?! — la voz de Sasuke retumbó en el parque, un grito lleno de ira y dolor.

Naruto se apartó de Sai, su rostro palideciendo al ver a Sasuke. La expresión en su cara era una mezcla de culpa y desesperación. — ¡Sasuke, no es lo que parece!

Sai, aún con una sonrisa enigmática, se incorporó y se dirigió a Sasuke con una actitud desafiante. — ¿Qué pasa, Sasuke? ¿No te gusta ver a tu "amado" con alguien más?

Sasuke, con el corazón acelerado y el rostro enrojecido por la furia, avanzó hacia Naruto y Sai. La rabia lo consumía, y su mirada estaba fija en Naruto. — ¿Cómo pudiste? ¿No te importa nada de lo que siento? ¿Por qué corresponderle el beso de Sai?

Naruto intentó acercarse a Sasuke, pero él se apartó bruscamente, la furia en su rostro inconfundible. — ¡Sasuke, por favor, déjame explicarte! ¡Sai me besó sin previo aviso, y no sabía cómo reaccionar!

Sai observaba con satisfacción el caos que había generado, su sonrisa nunca abandonando su rostro. — Solo quería mostrarte, Sasuke, que no eres el único que puede ocupar el corazón de Naruto. ¿O acaso creías que tenías todo bajo control?

El dolor y la furia se entremezclaban en la mente de Sasuke, que luchaba por mantener la compostura. La traición y el engaño que sentía eran insoportables, y la imagen de Naruto besando a Sai no dejaba de atormentarlo. — ¿Y qué se supone que haga con esto? ¿Cómo se supone que pueda confiar en ti ahora? — su voz estaba cargada de tristeza.

Naruto, con lágrimas en los ojos, trató de alcanzar a Sasuke, pero él se mantenía alejado. — ¡Sasuke, no te vayas! ¡Esto no es lo que parece! Sai estaba manipulando la situación. No sabía qué hacer en ese momento, y ahora estoy aquí, tratando de arreglarlo.

Sasuke giró su rostro hacia Naruto, su tristeza palpable. — ¿Cómo puedo creer en tus palabras cuando veo esto con mis propios ojos? ¿Cómo se supone que pueda confiar en ti después de lo que vi?

Naruto estaba desesperado, su corazón se rompía por la distancia entre ellos. — ¡Por favor, cree en mí! ¡No tienes idea de cuánto te amo! Estoy dispuesto a hacer cualquier cosa para que entiendas que esto fue una trampa, que Sai estaba manipulando todo.

El conflicto se intensificó, con Sasuke y Naruto envueltos en una lucha emocional que parecía interminable. La tristeza, la ira y la confusión se mezclaban en un torbellino de emociones. Sasuke, aunque deseaba creer en Naruto, no podía olvidar la traición que acababa de presenciar. La confianza se había visto severamente afectada, y la herida abierta no parecía tener una solución fácil.

Naruto, con un profundo dolor en su corazón, miró a Sasuke con desesperación. — ¡Hazlo por nosotros! ¡No dejes que una manipulación de Sai destruya lo que tenemos! ¡Te amo y quiero que creas en eso!

Sasuke, sintiendo la tensión y el dolor, se volvió hacia Naruto, su mirada más suave pero llena de conflicto interno. — No sé si puedo simplemente olvidar lo que ha pasado. Me duele demasiado, y mi confianza ha sido profundamente afectada. Necesito tiempo para procesar esto.

Naruto asintió, sus lágrimas cayendo libremente. — Entiendo. Solo espero que puedas encontrar en tu corazón el perdón que necesito para sanar nuestras heridas.

Sai, viendo el caos y la furia que había provocado, se alejó del parque con una mezcla de satisfacción y remordimiento. Había conseguido su objetivo, pero el daño que había causado fue mayor de lo que había previsto. La mañana continuó con un peso pesado de incertidumbre y dolor, mientras Sasuke y Naruto se enfrentaban a las secuelas de la traición.

La historia de su amor, que había sido fuerte y esperanzadora, ahora estaba llena de dolor y desconfianza. Los dos ninjas debían encontrar un camino hacia la reconciliación, aunque el camino se presentaba lleno de obstáculos y heridas profundas. La traición de Sai había dejado una marca imborrable en su relación, y el futuro de su amor estaba en juego, mientras el parque de Konoha regresaba a su tranquilidad, enmarcando el final de una mañana que había cambiado sus vidas para siempre.