Capítulo 19: Un Día de Compras
Era un día soleado, perfecto para salir al mercado. Sasuke y Naruto caminaban juntos por los pasillos del supermercado, listos para comprar todo lo necesario para la llegada del bebé. Sasuke, con su vientre grande y notoriamente avanzado, empujaba el carrito con una mano en la espalda, claramente incómodo por el peso que llevaba. Mientras tanto, Naruto, emocionado como siempre, iba tomando artículos de los estantes.
—Necesitamos pañales, amor. Y mira estos biberones, parecen buenos —dijo Sasuke mientras colocaba algunas cajas en el carrito. Su mirada estaba enfocada en la lista que había hecho meticulosamente la noche anterior.
Naruto, sin prestar demasiada atención a la lista, caminaba con una sonrisa amplia en el rostro. De repente, algo llamó su atención: un enorme conejo de peluche blanco, suave y mullido, que reposaba en uno de los estantes más altos. Sin pensarlo dos veces, lo tomó y lo puso en el carrito, justo encima de las cosas más importantes.
Sasuke frunció el ceño al ver el peluche. —Eso no va en la lista, Naruto.
Naruto, sin inmutarse, sonrió mientras acariciaba la cabeza del peluche. —Pero nuestro bebé va a amarlo, cariño. Mira qué adorable es.
Sasuke negó con la cabeza, cruzándose de brazos. —He dicho que no. No necesitamos más cosas innecesarias.
—Amor, ¿por qué no? Es solo un peluche —respondió Naruto, inclinándose hacia el conejo como si estuviera defendiéndolo.
Sasuke comenzó a irritarse, su tono se volvió más agudo. —¡Naruto, te estoy diciendo que no!
Pero Naruto no iba a ceder tan fácilmente. Con firmeza, lo miró directamente a los ojos, sin ningún miedo a la reacción de su esposo. —Lo vamos a llevar. Punto.
Sasuke, visiblemente furioso, se acercó a Naruto. —¡No lo vamos a llevar! —Su voz retumbó en el pasillo, atrayendo algunas miradas curiosas de otros compradores.
Naruto, sin darse por vencido, seguía insistiendo. —Amor, solo es un peluche. Relájate...
Sasuke, perdiendo la paciencia, le agarró la oreja con fuerza, acercándose peligrosamente a su rostro. —Naruto Uzumaki, ¿quieres dejar de ignorarme? Estoy diciendo que no. Y más te vale obedecerme ahora mismo.
Naruto se quejó de dolor, pero sonrió traviesamente. —Está bien, está bien... lo regreso... —dijo mientras sacaba el peluche del carrito con una risa nerviosa. Sabía que Sasuke no estaba para bromas, pero aún así no podía resistir molestarle un poco.
Sasuke, satisfecho de que Naruto hubiera cedido, continuó caminando por los pasillos. Sin embargo, justo cuando se calmaban, ambos se encontraron con Neji y Hinata, quienes estaban comprando en la misma tienda.
—¡Hinata! —gritó Naruto, soltando el carrito y corriendo hacia ella para abrazarla con fuerza. —¡Hace tanto tiempo que no te veía!
Hinata, sonrojada hasta las orejas y visiblemente nerviosa, le devolvió el abrazo de manera tímida. —Naruto-kun... yo también te extrañé mucho... —tartamudeó, sonriendo con su habitual timidez.
Neji, con su actitud relajada pero seria, se acercó a Naruto y le dio una palmada en la espalda. —Naruto, te ves distinto. Es evidente que la vida de casado te ha tratado bien.
Naruto rió, sin percatarse de la mirada fulminante que Sasuke le estaba lanzando desde el otro lado del pasillo. Sasuke observó el abrazo entre Naruto y Hinata, y los celos comenzaron a hervir en su interior. Sin pensarlo dos veces, caminó decidido hacia ellos, agarrando a Naruto del brazo con fuerza y jalándolo hacia él, separándolo del abrazo de Hinata.
—¿Qué crees que estás haciendo? —preguntó Sasuke, con un tono frío y serio, mientras mantenía a Naruto pegado a su lado.
Naruto, sorprendido, miró a su esposo con una sonrisa nerviosa. —Solo saludaba a Hinata, amor.
Justo en ese momento, el bebé dentro del vientre de Sasuke dio una fuerte patada, provocando un dolor agudo en su vientre. Sasuke se detuvo en seco, llevándose una mano al vientre mientras maldecía en voz baja.
—Maldita sea... —gruñó Sasuke, cerrando los ojos mientras el dolor le recorría el cuerpo.
Naruto, al verlo, se preocupó de inmediato. Se acercó a Sasuke y lo rodeó con los brazos, tratando de calmarlo. —Amor, tranquilo. El bebé solo está inquieto. —Le dio un suave beso en la frente mientras acariciaba su vientre, hablándole en tono dulce y reconfortante.
Sasuke suspiró, cerrando los ojos mientras intentaba lidiar con el malestar. —No es solo el bebé... estoy mareado...
Hinata, preocupada, sacó una botella de agua fría de su bolsa y se la ofreció a Sasuke. —Sasuke-kun, por favor, toma esto. Te ayudará.
Sasuke tomó la botella y bebió un sorbo, agradeciéndole con una leve inclinación de cabeza. —Gracias, Hinata.
Neji, quien observaba todo con su característica serenidad, se acercó a Naruto. —¿Estás seguro de que no necesitas más ayuda? Sasuke parece bastante afectado.
Naruto asintió, manteniendo una mano en el vientre de Sasuke mientras intentaba aliviar el malestar. —No te preocupes, Neji. Solo necesitamos darle unos minutos. Esto ha pasado antes.
Hinata, con cuidado, puso una mano sobre el vientre de Sasuke y lo acarició suavemente. —El bebé parece fuerte. Todo va a estar bien.
Pasaron unos seis minutos y, poco a poco, los síntomas de Sasuke comenzaron a desvanecerse. Finalmente, abrió los ojos y suspiró con alivio. —Ya me siento mejor... Gracias por ayudarme.
Naruto le dio un beso en la mejilla, sonriendo. —Sabía que todo estaría bien, mi amor.
Después de un rato más, Sasuke y Naruto continuaron con sus compras. Cuando terminaron, se dirigieron a la caja para pagar. Mientras el cajero escaneaba los artículos, levantó la vista hacia Naruto y, con una sonrisa coqueta, le dijo: —Tienes una sonrisa muy bonita.
Naruto se sonrojó de inmediato, agradeciendo tímidamente. —Ah, gracias...
Sasuke, observando la escena con una mezcla de celos e irritación, le dio un suave golpe en la cabeza a Naruto. —Cuidado con lo que dices, cariño. No te olvides de quién soy.
Naruto sonrió nervioso, rascándose la cabeza. —Lo siento, mi vida. No quise...
Hinata y Neji, que observaban todo, no pudieron evitar reírse ante la situación. Neji, entre risas, comentó: —Nunca cambien.
Con todo ya en bolsas, Sasuke y Naruto finalmente se despidieron de sus amigos y se dirigieron a casa, listos para esperar la llegada de su bebé.
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Un Destino Inesperado.
AcakEsto trata básicamente del SasuNaru y toda la paranoia. Espero disfruten.