Cap25: El Despertar del Sharingan.

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Capítulo 25: El Despertar del Sharingan

Era una mañana tranquila en la casa de los Uchiha. Menma, el hijo de Sasuke y Naruto, había salido temprano sin avisar para cumplir su primera misión. Mientras tanto, Sasuke despertaba lentamente, sintiendo el cálido cuerpo de Naruto abrazándolo mientras dormía. Una suave sonrisa se dibujó en su rostro, y con ternura, besó los labios de su esposo antes de levantarse.

Al entrar en la habitación de su hijo, Sasuke abrió las cortinas y comenzó a ordenar un poco, pero algo llamó su atención. La cama estaba vacía. Un escalofrío recorrió su cuerpo, llenándose de preocupación. Inmediatamente, comenzó a buscar a Menma por toda la casa, con el corazón latiendo rápidamente.

—¡Menma! —gritó Sasuke mientras revisaba cada rincón de la casa, pero no había señales de su hijo.

Naruto, escuchando los ruidos, bajó las escaleras y lo encontró en la sala, con el ceño fruncido y claramente preocupado.

—¿Qué sucede, Sasuke? —preguntó Naruto, preocupado por la reacción de su esposo.

—Menma no está. He revisado toda la casa, y no lo encuentro en ninguna parte —respondió Sasuke, la tensión evidente en su voz.

Naruto se cruzó de brazos y con una leve sonrisa tranquilizadora, le explicó:

—No te preocupes. Menma está en su primera misión. Me lo mencionó anoche.

La expresión de Sasuke cambió de preocupación a enojo al escuchar esas palabras. Su hijo había salido sin decirle nada, algo que no iba a tolerar.

—¡¿Cómo se atreve a irse sin avisarme?! —masculló Sasuke en voz baja, maldiciendo entre dientes. Empezó a caminar de un lado a otro, claramente frustrado.

Naruto, sabiendo lo intenso que podía ser Sasuke cuando se trataba de Menma, se acercó por detrás y lo abrazó suavemente, besando su hombro.

—Tranquilo, Sasuke. Menma es un buen niño, y tú mismo lo has entrenado bien. Está en buenas manos —susurró Naruto con ternura, intentando calmarlo.

Sasuke se detuvo por un momento, aunque su enojo seguía siendo palpable.

—Eso no cambia el hecho de que salió sin permiso —respondió Sasuke, con el rostro endurecido.

Naruto sonrió ligeramente, besando la mejilla de Sasuke una vez más.

—Siempre tan protector… confía en él. Menma va a estar bien.

Sasuke finalmente exhaló, dejando que las palabras de Naruto lo calmaran un poco, aunque en su interior seguía preocupado.

Mientras tanto, en su misión, Menma y su mejor amigo Mitsuki, el hijo de Orochimaru y Kabuto, estaban enfrascados en una intensa batalla. Ambos niños luchaban contra enemigos poderosos, mostrando las habilidades que habían desarrollado durante su entrenamiento.

De repente, en medio del combate, algo increíble sucedió. Los ojos azules de Menma comenzaron a cambiar, volviéndose de un rojo brillante e intenso. Por primera vez, había despertado el Sharingan, el poderoso dōjutsu que heredó de su padre, Sasuke. Su visión se aclaró, y su percepción del campo de batalla mejoró drásticamente.

Horas más tarde, cuando ya era de noche, Menma regresó a casa. Pero lo que no esperaba era encontrarse con Sasuke, de pie frente a la puerta, con los brazos cruzados y una mirada que claramente mostraba enojo.

—¿Dónde has estado? —preguntó Sasuke con severidad, su tono frío y autoritario.

Menma tragó saliva, nervioso pero decidido a no retroceder.

—Estaba en mi misión, papá. No hice nada malo —respondió, aunque su voz temblaba ligeramente.

Sasuke lo agarró del brazo, su enojo aumentando.

—Saliste sin pedir permiso. No importa si fue una misión o no, debiste haberme dicho algo.

Naruto, que estaba cerca, intervino antes de que la situación escalara más.

—Sasuke, por favor, no seas tan duro con él. Es su primera misión —dijo con suavidad, tratando de mediar entre su esposo y su hijo.

Sasuke miró a Naruto con frustración.

—No se trata solo de la misión. Es que no quiero que le pase nada sin que yo lo sepa.

Naruto sonrió con paciencia.

—Lo entiendo, pero Menma está aprendiendo. También necesita su espacio.

De repente, Menma, todavía nervioso, decidió revelar lo que había sucedido durante la misión.

—Papá… mamá… desperté mi Sharingan hoy —dijo con una mezcla de orgullo y emoción.

Sasuke se quedó inmóvil por un momento, sorprendido por las palabras de su hijo. Un sentimiento de orgullo creció en su pecho, aunque trató de no mostrarlo demasiado.

—¿De verdad? —preguntó Sasuke, su tono un poco más suave.

—Sí. Fue increíble. Pude ver todo con tanta claridad… —Menma sonreía emocionado.

Sasuke suspiró profundamente, dejando que su enojo se disipara un poco. Finalmente, lo abrazó, aunque todavía firme.

—Estoy orgulloso de ti, Menma… pero la próxima vez, no vuelvas a salir sin permiso —advirtió, su tono más calmado pero aún serio.

Menma asintió, comprendiendo. Se acurrucó en el abrazo de su padre, sintiéndose amado y protegido. Naruto, viendo la escena, sonrió con ternura.

Y así, finalmente, la familia Uchiha se reconcilió, unida por el amor y el orgullo de los logros de Menma. Aunque las advertencias de Sasuke seguían en pie, el lazo entre padre e hijo se fortaleció aún más.

Un Destino Inesperado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora