LAS CURVAS DE MI ABUELA...

41. ¡ENTONCES, CAMINA CON EL MIEDO...!

Y Albeiro le comentaba a su mejor amigo Wilson a quién le decían "Tapirín", que luego de que lo intentaron robar en una oscura calle cuando regresaba de su trabajo, tenía un elevado temor de salir de casa..., ya que en su mente e imaginación lo perseguía el mal recuerdo del incómodo episodio que quería olvidar.

El miedo le estaba afectando su vida cotidiana. Al punto que le había alterado sus relaciones familiares, puesto que, inconscientemente, había adoptado una conducta reprochable, paranoica y de muy mal carácter. En realidad, su vida se había alterado notoriamente por aquel evento.

Ya su amigo "Tapirín" estaba preocupado por él. Decidió contarle que, cuando era niño, le tenía miedo a los agresivos y bocones causantes de bullying a la mayoría de los niños en su escuela. Y que, en cierto momento de desespero y paranoia, le confesó a su padre que no quería ir más a su escuela por temor a los agresivos y bocones.

¡Mi papá! Le siguió contando: me dijo con profunda ternura, cariño y comprensión, ¡eres mi hijo y quisiera ir a defenderte con mis propias manos! ¡Pero si lo hago! ¡No te enseñaría nada! Y cuando yo no esté en este mundo para defenderte, tendrías miedo a todo y todos te harían daño.

¿Y cómo me defiendo? Le pregunté a mi papá.

Y me dijo: ¡Hay solo dos maneras que he aprendido desde niño! ¡La manera más segura es enfrentar la situación! ¡Enfrentarla! ¡Aunque te acompañe el miedo! ¡Hasta que el mismo miedo! ¡Tenga miedo! ¡De que tú no tengas miedo!

¡Hasta que el miedo se acostumbre! ¡Que te enfrentarás a la situación! ¡Acompañado incluso del mismo miedo!

¿Y qué hiciste? Preguntó Albeiro.

Y "Tapirín" le dijo... ¡Desde ese entonces camino con el miedo! ¡Y me enfrento a la adversidad con miedo y todo! ¡Y lo enfrento! ¡Hasta triunfar sobre el miedo!

Moraleja: Entonces camina con el miedo...