72. ¡EL ÚNICO LUGAR PARA ARRIESGARSE...!

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Y después de haber logrado tantas cosas materiales, espirituales, triunfos, alegrías, una hermosa familia... tanto y tan bien merecido, por haber luchado sin descanso por todo lo que quería, que se le podía tener admiración y respeto de parte de quienes lo querían y odio de parte, de quienes lo envidiaban...

José Ríos... ese era el nombre de aquel hombre que, al igual que el resto de los seres humanos, acompañado también de errores, caídas, fracasos, tristezas y también muchas razones para llorar... y quizás... para otros serían razones para desistir y dejar de luchar...

Luego de los 50 años, a José Ríos... el hombre que había logrado tantas cosas, que había visto cumplir tantos sueños y que había probado el verdadero rostro de las profundas alegrías, la vida y sus extrañas jugarretas se hicieron presentes... Y así le sorprendieron en su vida: El divorcio y la separación de su familia... quienes partieron a otras tierras...

Llegaron también y, sin haber sido invitadas... la debacle financiera y sus cuentas se fueron al suelo. La soledad, la pérdida de propiedades y todas estas acompañadas... de una buena cantidad de desesperanza... todo aquello le hizo creer que era como estar muerto, aun teniendo la vida...

En cierto momento, y en un profundo estado de reflexión... mirando las razones que en el pasado lo hicieron luchar con todas sus fuerzas por lograr todo lo que soñaba y quería... pero acompañado esta vez de una infinita soledad... la cual le recordaba que ya tenía más de 50... como queriendo robarle las fuerzas... recordó repentinamente... que siempre había luchado en primer lugar por todos... pero que en realidad nunca lo había hecho por él mismo... que había querido a todos... pero casi nunca a él mismo... Y la vida, como siempre, le mostraba de nuevo dos opciones... desistir y morir de pena...

O morir intentando una vez más y ya con más de cincuenta... comenzar una nueva vida... de él y acompañado de él... Sabía, por su vasta experiencia, que el único y verdadero lugar para arriesgarse era la vida misma... Y decidió intentarlo una vez más... Viajó a otras tierras, más viejo, pero con más esperanzas... para comenzar una vez más...


Moraleja: Todos los días son una oportunidad... para volver a empezar...

LAS CURVAS DE MI ABUELA...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora