22. ¡INCOHERENCIA...!

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La señora Yeneida era conocida en todo el pueblo por su profunda conducta religiosa, de la que nadie se atrevía a poner en duda. Yeneida no tenía hijos y no se había casado porque siempre estuvo esperando "al amor de su vida".

En cierta oportunidad, un hombre de unos 30 a 35 años de edad, quien era conocido con el apodo de "el penique", comenzó a cortejarla.

"El penique" era un alcohólico y le aseguró a ella que era un simple tropiezo y muy fácil de superar.

Al cabo de seis meses, ya ambos se habían comprometido y llegaron al matrimonio. Aquel hombre tenía la profunda necesidad diaria de alcohol.

A medida que pasaron los meses, la mujer, al exigirle a su esposo disminuir el consumo de su bebida, el hombre le gritaba, golpeaba y vejaba.

Ella callaba lo que ocurría y él siempre la convencía de que cambiaría muy pronto.

Cierta tarde, a la proximidad del fin de semana, el hombre llegó tan ebrio que su esposa le pidió que acudieran por ayuda médica y espiritual. El hombre se sintió tan ofendido que comenzó a golpearla y golpearla tan fuerte, hasta que la asesinó.


Moraleja: La vida siempre nos advierte, pero por pasiones efímeras, no la escuchamos. Casi siempre, las relaciones con personas con algún tipo de conducta reprochable... pasan sus días, uno queriendo corregir y el otro, evitando con evasivas su corrección.

LAS CURVAS DE MI ABUELA...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora