Y en una mañana soleada y cálida en el bosque, el pequeño conejo, conocido entre los otros animales como "Agapito", correteaba por los diferentes caminos llenos de matorrales hermosos... De repente sintió un destello que le afectó su mirada y su estado visual. Luego, con sigilo, se acercó para observar e investigar...
Repentinamente, se acercó nuevamente y se llevó un gran susto... lo cual lo hizo saltar y retroceder. Vio, por primera vez, un extraño objeto, uno que jamás había visto... Al acercarse, se llevó el susto de su vida... Vio a un ser que para él era bastante feo... Era orejón, con grandes ojos, bigotes, peludo... Y en medio del nerviosismo y temor, salió corriendo y le contó al mapache...
Al llegar, el mapache se acercó al objeto y vio a un ser con una cola a rayas, manchas oscuras alrededor de los ojos, grandes bigotes y manos muy negras... Le dijo de inmediato al conejo... ¡Corre! ¡Es más feo de lo que dijiste!... Busquemos refuerzos...
Llegaron corriendo ambos donde estaba el sapo... le contaron del extraño suceso... y de igual modo fueron en grupo para que el sapo inspeccionara. También el sapo se acercó sigilosamente y al estar frente al objeto vio a un ser lleno de arrugas, con dos patas muy gordas y grandes ojos que sobresalían... también se asustó y les dijo a sus amigos que corrieran y fueran por ayuda...
Encontraron al zorro. Le contaron de lo sucedido y fueron con él también ante el objeto, y también se acercó al mismo. Pero con más cuidado que sus amigos, y el susto fue mayor... El animal que vio tenía un gran hocico y afilados dientes, dos grandes orejas y grandes bigotes que atemorizaban, además de una mirada fría y generadora de temor... corrieron nuevamente todos para salvarse...
Se sentaron a descansar en grupo frente "al gran árbol". El Búho, quien era conocido como "el doctor", los escuchaba detenidamente y los interrumpió cuando les dijo: ¡Como saben, soy muy viejo! ¡Y la vida me ha regalado gran experiencia! Ese objeto del que hablan es una invención de los hombres, que sirve para ver por fuera y a veces por dentro lo bueno o lo monstruoso que podemos ser.
Y ustedes se vieron a sí mismos como seres atemorizantes. Seres que generan pavor al que los mira y ese objeto sirve para que, al vernos en él, podamos reflexionar. Y de ser necesario, podamos cambiar nuestra actitud, que a veces es de arrogancia, ego, falsedad o la que sea que nos afecte de forma negativa. Y si se le da buen uso a ese objeto... también podemos mejorarnos.
Moraleja: La vida nos muestra a diario muchos espejos que nos pueden ayudar a mejorarnos por dentro y por fuera. Solo hay que valorarlos al estar frente a ellos... Al igual que los animales, que se tenían miedos así mismos... porque no se conocían...
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LAS CURVAS DE MI ABUELA...
RandomEsta obra intenta ser, además de un anecdotario... ser también un pequeño "libro consejero" en la vida diaria de líderes, orientadores, directores, profesores, maestros, padres, madres y todas aquellas personas que fungen como guías hacia lo positiv...