69. ¡UNA VERDADERA FAMILIA...!

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En casi todos los lugares del mundo y en casi todas las esquinas de esos casi todos los lugares del mundo, se salpican muchas conversaciones oscuras, chismes y murmullos de hermanos contra hermanos, primos, padres, hijos... unos contra otros. Como si la norma fuera lo contrario a lo que muchos de ellos profesan cuando asisten a sus iglesias...

Una verdadera familia no es la que aplaude los errores, no es la que incita a los suyos a cometerlos. Una verdadera familia es aquella que, simplemente cuando alguno se cae o comete el error... sobran las palabras de aliento, acciones y apoyos para levantar al caído...

Una familia unida es tan importante en la gerencia familiar y cotidiana de los seres humanos, que los fracasos de uno, se convierten en lecciones y fascinantes experiencias para todos. Una familia unida es el más importante de los títulos para lograr el éxito...

Doña María de Canelón... pasó por todas las inimaginables tristezas, derrotas, tropiezos y caídas que alguien se pueda imaginar para sacar adelante una familia con 18 hijos... Con todas las penas y con todos los dolores... supo inventarse el modo para darle a los suyos... dentro de lo posible, todas las alegrías...

En cierto momento, Franklin Canelón... uno de los 18 hijos de Doña María... ya convertido en un exitoso empresario, reconocía la profunda importancia para el éxito financiero de una familia robustecida en el amor... y se le escuchó decir: el amor es la mayor estrategia y la mayor de las bases para lograrlo todo en la sociedad...

¡El amor es una estrategia de éxito! Esa era la estrategia gerencial más eficiente y eficaz de Doña María. Porque esa estrategia la llevó a centrar las bases de su todo... en la institución más importante de la sociedad... la familia...

Por ello, Franklin sigue diciendo: ¡Nos seguiremos cayendo! ¡Sí, y nadie lo duda! ¡Pero en familia! ¡La meta no es el suelo! ¡En familia! ¡Las manos sobrarán! ¡Para levantar al que esté en el suelo!


Moraleja: Si un país se portara como esta familia, siempre llegaría más lejos...

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