Y desde la primera vez que la vio, tan solo le confesó a Dios... lo impactado por lo hermosa que era. Tanto fue el impacto en aquel joven corazón... que, sin dudarlo, de inmediato supo que aquella hermosa chica o aquella princesa... sería para siempre el verdadero amor de su vida.
Aquel jovencito, adicto a las matemáticas, sabía que tendría desde aquel instante una nueva adicción... Desde aquella primera vez que vio sus hermosos ojos de color miel y la sonrisa más amplia y sincera... sabía que todo aquello sería para siempre...
Diego era el nombre de aquel joven que pudo conocer el amor a primera vista. En definitiva, el reconocimiento de un alma a otra que conoce y de seguro ha podido amar, desde o en otra u otras vidas... Raiza, era la chica... a la que Diego miraba a cada instante a escondidas... y a la que no dejaba de ver en sus recuerdos, en sus silencios y hasta en sus sueños...
Todos los chicos de la clase sabían del amor de él por ella... pero ella miraba otros caminos y hacia otros horizontes... Así pasaron los años... y el amor de Diego seguía intacto... como respetando la confesión que desde el primer día le hizo al mismo Dios...
Ya su corazón estaba remendado con hilos de trapo de diferentes colores y de poca combinación. Pero nadie imaginó que aquel joven y ahora hombre tenía una inmensa constancia y resistencia para continuar... esperando, insistiendo sin importar el tipo de adversidad...
Pasando muchos ratos de tristeza, incomodidades y hasta un profundo dolor sentimental... de seguro con las emociones destrozadas... pero, a pesar de todo ello, Diego no perdía la esperanza, ni las ganas, ni las fuerzas para seguir en aquella quizás ilusa y aparentemente infértil lucha... por el ser humano que se ama...
Para algunos, era una pérdida de tiempo, para otros una tontería, y para Diego era la más importante de las luchas de toda su vida...
En algún momento, y en consecuencia de aquella increíble lucha y espera... la vida lo encontró frente a frente con Raiza... Ambos lloraron, ambos se culparon y ambos se perdonaron...
Otro buen día estuvieron en el altar... y otro día vieron llegar al mundo a la hermosa Danela. A la que Raiza, su orgullosa madre, le dice que: ¡Es la mejor hija! ¡De todo el mundo mundial!
Moraleja: Casi siempre es más importante laconstancia, la esperanza y la lucha aunada a esa fuerza llamada fe... a veces másimportante que la inteligencia... hasta en cuestiones de amor...
ESTÁS LEYENDO
LAS CURVAS DE MI ABUELA...
RandomEsta obra intenta ser, además de un anecdotario... ser también un pequeño "libro consejero" en la vida diaria de líderes, orientadores, directores, profesores, maestros, padres, madres y todas aquellas personas que fungen como guías hacia lo positiv...