Oliverio estaba cumpliendo su primer año de vida y su mamá, en medio del ajetreo y apuros que le ocupaban en la organización de la fiesta, preparó un termo contentivo de agua caliente para el tetero de Oliverio. En un descuido, el niño que gateaba tropezó el termo que había quedado abierto y el agua hirviendo quemó el piecito derecho de Oliverio, ocasionándole quemaduras de tercer grado, dejando una gran y notoria quemadura.
Habiendo pasado seis años, Oliverio sentía vergüenza de su piecito..., ya que todos los niños le hacían bullying y cuando iba a la playa, escondía su piecito con una media y más lo burlaban. Era el único ser humano que, en traje de baño, se ataba literalmente una media roja en su piecito. Pero nadie sabía la tristeza que había allí detrás de ello.
Al notar aquella situación, Meralda, la mamá de Oliverio, lo abrazó y lo invitó a pasear juntos por la orilla de la playa... Le pidió una vez más disculpas, por haber dejado aquel termo con agua hervida, la cual causó la quemadura en su piecito izquierdo. Aprovechó y le contó una breve, pero fascinante historia...
¡Érase una vez! Le dijo ella:
En un bosque que se estaba quemando, los animalitos pequeños de orejitas, patitas y colitas muy bonitas, pero pequeñas, morían por las feroces llamas de fuego que los ahogaban y quemaban. Un venadito, al cual todos los demás burlaban de tener unas patas delgadas, largas, feas y notoriamente peladas, propias de animales que se alimentan del ramoneo, fue quien pudo saltar sobre las llamas y así salvar su vida".
De ese modo, la mamá de Oliverio le dijo una frase que el niño jamás olvidó:
¡Las cosas, mucho más allá de lo que puedan parecer, son más importantes para lo que sirven...! ¡Y Oliverio! ¡Hay otros que no tienen pies! ¡Tú aún tienes dos!
Ambos lloraron en medio de un fuerte abrazo... no había necesidad de más disculpas y perdones. Oliverio creció y sus pies lo llevaron por muchas tierras y países. Y siempre agradeció tener dos pies, ya que le sirvieron para conocer muchos lugares que muchos de sus amigos no pudieron.
Moraleja: ¡Las cosas, mucho más allá de lo que puedan parecer, son más importantes para lo que sirven...!

ESTÁS LEYENDO
LAS CURVAS DE MI ABUELA...
عشوائيEsta obra intenta ser, además de un anecdotario... ser también un pequeño "libro consejero" en la vida diaria de líderes, orientadores, directores, profesores, maestros, padres, madres y todas aquellas personas que fungen como guías hacia lo positiv...