Capítulo 45 "¿Me dejarías aquí?"

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Preferí no decir nada más durante el camino, ni siquiera pregunté a dónde íbamos, solo dejé que el condujera.

Pegué la cabeza al cristal y cerré los ojos, pero los abrí enseguida cuando el coche paró. Sonreí al ver donde estábamos y miré hacia él. Me miró a su vez y levantó los hombros guiñándome el ojo.

—Creo que necesitábamos un poco de tranquilidad— sonrió abriendo su puerta para salir del coche. Hice lo mismo y me quedé sonriendo delante de él. —La última vez que estuvimos aquí me dijiste que debería mudarme aquí— sonrió, agarrando mis dos manos en las suyas.

Miré hacia abajo riendo, la última vez que habíamos estado allí había sido hacía mucho tiempo, antes de que toda la locura empezara a pasar.

—También tú me dijiste que era la única a la que habías traído aquí— sonreí —Y que podía sentirme especial por eso—

Se sentó sobre la hierba y abrió las piernas para señalarme que me sentara también.

—Sigo diciendo que deberías traerme aquí cuando sea de noche— sonreí y miré a Liam, que en ese momento estaba mirando a la nada.

Me quedé en silencio unos segundos, sin saber que más decir y me puse a mirar hacia la ciudad.

— ¿Ese hombre era tu padre?— Liam me sacó rápidamente de mis pensamientos.

Apreté los labios y asentí. —Desgraciadamente lo es—

Él frunció el ceño y me miró asintiendo. Agradecí que no preguntara nada más, ese hombre era el tema de conversación que yo más solía evitar.

El silencio se apoderó del momento con tranquilidad, y por una vez en la vida no se me hacía incómodo. Eché la cabeza hacia atrás y me apoyé sobre el hombro de Liam.

Sonreí al sentir sus labios sobre mi mejilla y moví ligeramente la cabeza para poder mirarlo.

— ¿Liam?— susurré, sabiendo que probablemente jodería el momento. Él me miró levantando una ceja. —No, nada— sacudí la cabeza sonriendo.

Vi como él abría la boca para decir algo pero el móvil sonando en su bolsillo hizo que la volviera a cerrar. Sacó el aparato del bolsillo y frunció el ceño al mirar la pantalla.

— ¿Qué pasa?— pregunté en cuanto él se levantó para contestar.

— ¿Sí?— él habló, no tardó mucho en volver a hablar de nuevo y repetir el "sí" unas tres o cuatro veces.

Sonreí cuando él rodó los ojos y me sonrió de vuelta. —Está bien, lo prometo— rió antes de estirar la mano para darme a mí el móvil.

Lo cogí confusa y miré la pantalla, sorprendiéndome al ver mi nombre, pero enseguida me di cuenta que probablemente mi madre había encontrado mi móvil en la casa.

— ¿Allyson?— ella preguntó desde el otro lado de la línea. Su tono de voz era neutro, por lo que se me había hecho bastante difícil lo de adivinar si estaba enfadada conmigo o no.

— ¿Sí?— contesté con media voz.

— ¿Estás bien?— ella volvió a preguntar, dejando esta vez la preocupación notarse en su voz. —Perdón, sé que no tenía que haberte dejado con tu padre pero me llamaron a dentro y...—

—Mamá, está bien— escuché su respiración de alivio y sonreí mirando a Liam.

Y es que todavía se me hacía muy raro que hubiera aceptado tan fácilmente a Liam. Mi madre nunca había sido una persona de juzgar, pero el tema de los chicos con los que yo me relacionaba era algo delicado para ella desde lo de Derek.

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