Capítulo 11 "Eres mía."

1.3K 101 16
                                    

ALLYSON

Llevaba dos horas en la cama, tenía sueño pero no quería dormir.  Sabía que si cerraba los ojos me arrepentiría después.

Los fuertes sonidos de truenos llenaban la tranquila habitación y yo mentalmente maldecía el momento en el que empezó a llover.

Odiaba las tormentas tanto como dormir. Porque dormir significa volver al pasado y volver a vivir momentos horribles y las tormentas más de lo mismo.

Calculé que eran alrededor de las tres y media de la mañana, y el tiempo parecía pasar cada vez más despacio y mentiría si dijera que no me estaba desesperando.

Tenía ese dolor en el pecho que me decía que después de esta noche y de lo que fui testigo hacía solo un par de horas, nada bueno podía pasar.

Dudo mucho que simplemente me dejen en mi casa y se olviden para siempre de mi existencia. 

Sentía como que vivía en una peli. Claro que en la mayoría de pelis siempre tienen un final feliz en el que la chica que se había estado metiendo en problemas durante toda la película finalmente es salvada por el chico guapo y acaban teniendo una relación y todos son muy felices. Claro, pero ese no es mi caso. De hecho me extraña que todavía siga con vida.

Aburrida, para intentar quitarme el sueño,  me levanté de la cama y empecé a caminar por la habitación en busca de algo con qué distraerme pero no encontré nada.

Finalmente me resigne y volví a la cama y me quedé mirando al techo y esperando a que la tormenta acabe pronto y se hiciese de día.

*

Había perdido la cuenta hacia unas horas. No había ningún maldito reloj en esta habitación y no tenía ni la más pobre idea sobre la hora. Pero estaba agradecida porque finalmente la luz del día iluminó la habitación.

No había cerrado un ojo durante toda la noche pero sinceramente tampoco sentía la necesidad de hacerlo.

Creo que me veía como una mierda, seguramente las ojeras se habían apoderado de mi cara y mi pelo estaba en todas las direcciones por haber dado tantas vueltas en la cama.

El pensamiento de volver a casa después de una noche que pareció eterna me hacía estar feliz pero pensándolo mejor, si Liam no me mató,  posiblemente sea mi madre la que lo haga por no poder darle exactamente una buena explicación de dónde estuve durante toda la noche.

Me apuesto lo que queráis a que tengo el móvil lleno de llamadas perdidas de mi mamá y mi hermano.

El ruido de la puerta abriéndose me hizo volver a la realidad.

Liam entró sin decir nada y yo simplemente lo miraba a la cara para intentar darme cuenta de su estado de ánimo pero simplemente estaba serio, sin ninguna expresión. Pronto le cambió la cara, pasó de estar serio a reírse a carcajadas y yo no entendía por qué.

STRONGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora