Abrí los ojos con dificultad, golpeándome con la luz del sol. Sentía que no tendría fuerza para mover mi cuerpo, pero tampoco lo intenté. Quería quedarme en la cama y reflexionar sobre lodo lo que había estado ocurriendo durante los últimos meses.
Logré enfrentarme a los primeros tres días lejos de Liam, a pesar de no llenar ese vacío que sentía en mi pecho. Ese vacío que estaba allí desde hacía un par de días.
Finalmente, logré levantarme de la cama y lo primero que hice fue abrir la ventana.
La puerta de mi habitación se abrió, haciéndome dar la vuelta para encontrarme a mi mejor amiga sujetando con dificultad ramo enorme de rosas.
Una gran sonrisa cubría su cara y sus ojos brillaban. Sonrió mirándome a mí.
—Esto es para ti—
Mis pupilas se dilataron cuando me acerqué a Diana. Traté de inspeccionar el ramo de flores, observando tosas y cada una de las rosas. Eran hermosas.
—Tu madre me dijo que las trajeron para ti hace una hora. ¿Quién las ha mandado?—
Ella me señaló la pequeña tarjeta que quedaba colgando a un lado de las flores. La cogí entre mis dedos, analizándola con atención antes de abrirla.
"Entonces... ¿Flores?"
Mis labios formaron una sonrisa enorme mientras seguía leyendo el pequeño trozo de papel. No había ninguna firma, pero yo sabía de quién era.
—Liam—
— ¿Qué? ¿Ese Liam?— Diana gruñó haciendo una mueca.
Mis mejillas se volvieron rojas y miré al suelo. -Sí, Liam-
—Oh—
Estuvimos así durante varios minutos, sin que ninguna dijera nada. Sabía que ella no se había hecho una muy buena impresión sobre Liam, por eso ella trataba de analizar cada cosa que tuviera que ver con él.
Dejó las flores sobre la mesa antes de darse la vuelta y volver a salir sin decirme nada.
Me quedé observando las flores con atención. Todavía no podía creer que él fuera capaz de hacer eso.
Mi móvil empezó a vibrar sobre la mesilla de noche, anunciando un nuevo mensaje. Lo cogí rápidamente en la mano, viendo el número de mi hermano en la pantalla.
Había pensado bastante tiempo desde que no hablaba con él, ya que hacía más o menos unos tres meses había decidido mudarse junto con su mejor amigo en otra ciudad, donde empezarían también la universidad.
Decidí llamar a Daniel justo después de mandarle un mensaje a Liam.
Muchas gracias por las flores. Son preciosas."
Esperé un momento antes de pulsar "enviar", después formé el número de mi hermano y él me contestó justo después del segundo "bip".
Terminé de hablar con él justo después de hacerme prometer que comería lo suficiente para no caer enferma. No entendía su preocupación, nunca había tenido un problema con la comida.
"¿Has recibido flores? Interesante..."
Una risa se escapó a través de mis labios. Liam el simpático. Me gustaba esa faceta suya, pero, desafortunadamente no la veía demasiadas veces.
"Muy interesante, señor Payne. ¿Entonces no las has mandado tú?"
"¿Querrías que fueran de mi parte?"
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STRONG
FanfictionUna noche, fue suficiente para que dos mundos totalmente diferentes chocaran ¿Qué pasa cuando la oscuridad encuentra la luz? ¿Cuándo el peligro es golpeado por la inocencia? Ella: Una chica tímida que solo quería divertirse. El: el chico malo al q...