Mis ojos de abrieron con dificultad en cuanto la luz golpeó la habitación. El dolor atravesó mi cuerpo y sentía como si mi cabeza fuera a explotar. Juré no volver a beber en mi vida.
Igual de difícil, llevé mi mano hasta la frente y la dejé allí un par de segundos. Abrí los ojos por completo y recordé enseguida que no me encontraba en casa. Claro, me había quedado en casa de Ryan durante la noche.
Me levanté de la cama, encaminándome hacia la puerta para empezar a buscar la habitación donde él se había quedado, y esperaba que estuviera despierto. Me daba vergüenza que me hubiera tenido que ver de esa manera la noche anterior. Tragué saliva y di dos golpes leves en una de las puertas, nadie contestó. Abrí lentamente la puerta y esta hizo algo de ruido. La cama en esa habitación estaba perfectamente hecha, por lo que entendí que él estaba despierto.
Oí ruido proveniente del baño, así que me acerqué. Lo llamé, pero cuando quise abrir la puerta él se me adelantó.
Mis ojos se abrieron al igual que mi boca. Mi corazón dejó de latir un momento, para empezar a latir de nuevo el doble de fuerte. Sentí un dolor agudo cruzar mi cabeza y sentía que no podía moverme. Dio un paso hacia mi asustado, pero me alejé, chocándome con el armario. Su mano se levantó hacia mí y cerré los ojos, haciéndole parar. Las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas y ni siquiera intenté contenerlas. Su cara estaba desfigurada. Sus ojos estaban hinchados y sus labios partidos. La sangre ya se había secado por su cara, probablemente era demasiado doloroso como para poder limpiarla. Tenía heridas abiertas en la parte de encima de su ojo derecho donde la sangre seguía saliendo, en poca cantidad, pero salía. Sus dedos también tenían heridas, pero la cara se veía muchísimo peor. Di un paso hacia él y él frunció el ceño.
— ¿Quién te ha hecho esto?— logré preguntar.
Agachó la cabeza y tuve que inclinar la cabeza para intentar verlo mejor. Miré con muchísima atención durante un par de segundo, viendo cada golpe. Quién hubiera sido, seguramente no había medido su fuerza. Había heridas que se veían tan mal que hasta me daba miedo intentar limpiarlas. Los labios estaban realmente muy partidos y sus ojos habían tomado un color azul oscuro. Tragué saliva esperando su respuesta, pero nunca llegó. Di otro paso hacia él y agarré su mano. Llevé dos dedos debajo de su barbilla y la levanté con cuidado. Al ver su cara de nuevo, esos ojos marrones endemoniados me miraban de nuevo. Liam.
Me alejé asustada, llevando mis manos hacia la boca. Sentí los latidos de mi corazón que se retorcía en mu pecho como intentando escapar y mi pecho subiendo y bajando rápidamente. Movió rápidamente la cabeza y vi pequeñas gotas de sangre caer sobre su camiseta, haciendo que el blanco se manchara de rojo. Se acercó a mí, pero rápidamente lo esquivé y salí corriendo de la habitación.
Oí sus lentos pasos por el pasillo pero no quería seguir viéndolo así, no sabiendo que yo era la culpable de todo eso. Abrí rápidamente la puerta, buscando mi vestido, pero ni rastro de él. Me acerqué al armario, que estaba casi vacío, menos por alguna prenda que seguramente le pertenecía a la hermana de Ryan. Saqué una sudadera negra y unos pantalones del mismo color. Las puse rápidamente por encima de mi ropa interior y me puse la capucha. La sudadera me venía algo grande, pero la verdad era que me daba igual.
Ryan entró a la habitación justamente en el momento que yo salí. Me choqué ligeramente con él y gimió de dolor. Cerré los ojos, queriendo esquivarlo de nuevo pero esta vez me agarró de la muñeca. Me miró y la culpabilidad me golpeó en cada parte de mi cuerpo. Si él estaba así era por mi culpa. Había sido el saco de boxeo de Liam y él no había hecho nada para defenderse. Solté bruscamente mi mano de su agarre y salí por la puerta poniéndome la capucha de nuevo.
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STRONG
FanfictionUna noche, fue suficiente para que dos mundos totalmente diferentes chocaran ¿Qué pasa cuando la oscuridad encuentra la luz? ¿Cuándo el peligro es golpeado por la inocencia? Ella: Una chica tímida que solo quería divertirse. El: el chico malo al q...