-Espera. Realmente no creo que sea buena idea. Mejor vuelvo a casa.- Repetí por décima vez mientras nos acercábamos al local.
-Todo va a estar bien. No pienso permitirte quedarte encerrada en tu habitación otro fin de semana más.- Mi mejor amiga habló de nuevo sin cambiar de opinión a pesar de mi carita de perrito. Todavía no sé cómo es que logró convencerme, el caso es que allí estaba yo, a las diez de la noche, delante de un lugar lleno de gente. -Hace semanas que no pasamos tiempo juntas y esta es nuestra oportunidad para recuperar el tiempo perdido.- Trató de convencerme.
- Diana, nos vemos todos los días.-
- Veinte minutos cada dos horas no cuentan. Es muy poco tiempo.- Tirando de mi mano para seguir andando, ella me llevó hasta la puerta que nos separaba de los del interior.
-¿Y cómo pretendes entrar? No somos mayores de edad, no nos dejarán.- Pregunté con la esperanza de tener razón. Pero me di cuenta de que ella ya tenía todo en orden cuando saludó al sólido hombre que tenía la decisión de quién entra y quién no.
Antes de siquiera tener el tiempo necesario para pestañear, la mano de mi amiga tiró de mi codo para hacerme entrar.
-Diana, en serio, creo que deberíamos irnos. ¿Por qué la necesidad de salir de fiesta de todos modos?- Pregunté mirando a mi mejor amiga mientras cruzaba mis brazos.
-Porque somos jóvenes, tenemos que vivir la vida.- Contestó realmente alegre y no pude evitar reírme.
- Apenas tienes dieciséis, tienes suficiente tiempo para vivir la vida después.- Contesté dejando mis brazos caer, haciendo que ella me mirara mal. -¿Podemos irnos? ¿Por favor?- Insistí.
-¿Qué ha pasado con la chica que se quejaba de que su vida era demasiado aburrida?- Preguntó imitándome cruzando sus brazos al igual que yo lo había hecho. -¿Dónde está mi amiga la que me decía que quería diversión?- Siguió haciéndome dar cuenta de lo tonta que fui.
- Se metió en muchos problemas desde ese día y ahora se arrepiente de haber abierto la boca.- Agradecí que el volumen de la música fue.ra tan alto, así no atraíamos miradas curiosas.
-¿Problemas como cuál?- Preguntó e instintivamente pensé en Liam, para después pensar en Zayn y en que casi me violan en un parque. Sonaba como si hubiera pasado mucho tiempo, pero en realidad sólo habían pasado un par de semanas que se me hicieron demasiado largas. -Escucho.- Volvió a hablar sacándome de mis pensamientos y tuve que pensar en algo rápido. No podía simplemente soltarle todo lo que realmente había pasado. Se lo contaría algún día, sólo tenía que encontrar el mejor momento.
- Cómo un castigo de dos semanas.- Levanté una de las cejas sabiendo que había dicho la mayor tontada que encontré. No pareció afectarle demasiado mi "problema" ya que simplemente se echó a reír.
-¿Es sólo eso?- Rió agarrando su tripa, que al parecer empezaba a doler a causa de sus carcajadas y la miré escéptica no entendiendo el motivo de su risa. - Pensé que me dirías algo mucho peor. Un castigo de dos semanas no es nada, además te lo quitaron antes de tiempo.-Siguió. -Además tu madre sabe que has salido. Te recuerdo, querida amiga, que le pediste permiso.- No íbamos a llegar a nada si seguíamos así, por lo que simplemente me di por vencida y seguí a mi amiga cuando se acercaba a un grupo de gente que se encontraban en una esquina, más alejados de todos los demás.
Reconocí a la mayoría de los que estaban allí sentados, de alguna manera me sentía mejor al saber que no estábamos solamente nosotras dos, así si pasa cualquier cosa, como no encontrar a Diana, no tendría que quedarme sola. Realmente no necesitaba más problemas o líos sin explicación.
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STRONG
FanfictionUna noche, fue suficiente para que dos mundos totalmente diferentes chocaran ¿Qué pasa cuando la oscuridad encuentra la luz? ¿Cuándo el peligro es golpeado por la inocencia? Ella: Una chica tímida que solo quería divertirse. El: el chico malo al q...