Sus ojos encontraron los míos y sin tener ningún segundo para reaccionar, sentí sus labios sobre los míos.
Me pilló por sorpresa por lo que no supe cómo reaccionar, simplemente abrí los ojos sorprendida y me alejé.
Al ver mi reacción, frunció el ceño y me atrajo de nuevo cerca de él. Ninguno de los dos decía nada. Él me miró a los ojos y aparté la mirada cuando estaba empezando a sentirme incómoda.
Su mirada bajó hasta mis labios, dónde posicionó su dedo y empezó a trazar todo el contorno de estos.
Era la primera vez que no le temía. Era la primera vez que parecía totalmente inofensivo y de alguna manera me sentía bien.
Cerré los ojos. No sé por qué lo hice, sólo sé que sentí la necesidad de hacerlo, pero me arrepentí enseguida de haberlos cerrado, cuando imágenes volvieron a mi cabeza y supe que eso estaba mal. No quería volver a vivir otra vez lo que había tenido que vivir hacía tres años.
El miedo volvió a mi cuerpo y por fin pude reaccionar.
Mi cuerpo se tensó enseguida y rápidamente me solté de su agarre sin darle el tiempo necesario para oponerse y me fui corriendo a mi habitación.
Internamente maldecí el hecho de no tener la posibilidad de cerrar la puerta con llave. Sabía que en cualquier momento él podía entrar así que tenía poco tiempo para pensar en qué hacer.
Miré alrededor de toda la habitación y cuando vi una silla supe lo que tenía que hacer.
Agarré la silla rezando para que fuera del tamaño necesario para que, al colocarla debajo del manillar de la puerta, este no pueda moverse por lo tanto la puerta no podía ser abierta hasta quitar la silla.
Funcionó.
Pude respirar tranquila un par de segundos porque sabía que no podía entrar a por mí, pero dejé de hacerlo cuando empecé a oír pasos a lo largo del pasillo.
-¡Abre la puta puerta!- Gritó dando un fuerte golpe.
Mierda. Estaba cabreado de nuevo y desde que lo conocí aprendí que eso no era para nada una cosa buena.
-Allyson, no me hagas cabrearme más de lo que ya estoy porque esto va a salir mal para uno de los dos y creo que ya sabemos que ese no voy a ser yo así que sé buena chica y abre la maldita puerta o te vas a quedar sin ella.-
Los dos sabíamos que estaba hablando en serio. Más de una vez me ha demostrado que siempre habla en serio. Aun así no dije nada. Me senté en una esquina de mi habitación y me dediqué a esperar.
Siendo sincera, sabía que él acabaría ganando así que no hace falta tratar de pelear con él o intentar mantenerlo lejos.
Un nuevo golpe, bastante más fuerte que el anterior sonó e hizo que la silla que estaba sujetando la puerta cayese. Segundos después, la puerta se abrió dejándome ver un Liam oscuro, enfadado, igual que en la noche en la que lo vi matar a ese hombre.
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STRONG
Hayran KurguUna noche, fue suficiente para que dos mundos totalmente diferentes chocaran ¿Qué pasa cuando la oscuridad encuentra la luz? ¿Cuándo el peligro es golpeado por la inocencia? Ella: Una chica tímida que solo quería divertirse. El: el chico malo al q...