Capítulo 51 "Bien no significa feliz"

822 72 14
                                    

LIAM:

Me quedé inmóvil en cuanto ella se hubo ido. Después de eso era como si cada músculo de mi cuerpo se hubiera congelado. Mis puños se apretaron y me dejé caer al suelo. La respiración se me hizo mucho mas difícil. Pasé la mano por mi pelo y cogí las llaves del coche para encaminarme hacia su casa a pesar de que algo me decía que no iba a encontrarla allí.

Tragué saliva en cuanto sus ojos aparecieron de nuevo en mi cabeza. ¿Dónde estaba? Di unas cuatro vueltas alrededor de su casa y nada pasaba. Las luces estaban apagadas, no había ningún coche aparcado delante de la casa, lo que significaba una sola cosa. Él se la había llevado a casa.

Apreté con fuerza el volante entre mis manos mientras marcaba el número de Louis, que me contestó a la primera.

—Necesito que localices el móvil de Allyson, a ti se te dan bien esas mierdas, así que haz tu trabajo—

"¿Tío no crees que deberías darle un poco de espacio?"

—El que necesitará espacio serás tú como no te calles y hagas lo que te he pedido—

Colgué nada mas saber la dirección. Le di la vuelta al coche de manera muy brusca. Sentía mi enfado correr por todas las venas de mi cuerpo. Si ella estaba allí acabaría con él. Mi móvil sonó una y otra vez pero no me molesté en contestar. No esa noche, ellos se podían apañar sin mí.

Así fue como la perdí. Un solo segundo quitándole la vista de encima y todo se rompió. Sabía que en el fondo era mejor así, no podía ni imaginarme lo que pasaría si ellos llegaban a ella. Se acercarían lo suficiente como para destruirme a mí.

Pasé la lengua por mis labios al aparcar el coche delante de su casa. Su coche estaba aparcado delante de la casa, buena señal. La luz estaba encendida, cosa que me causó escalofríos. ¿Estaba con ella? ¿La estaba tocando? ¿Se estaban besando? Me acerqué con grandes pasos a la puerta cuando de repente se abrió. Seguramente no para mí, pero el tío salió para acercarse al coche. Agarré rápidamente el cuello de su camiseta y lo empujé contra la pared. Gimoteó con el contacto, cosa que me hizo reír.

—Me esperaba otra cosa del tío que intenta quitarme a mi chica—

Frunció el ceño pero no intentó alejarme. Ahora me estaba preguntando si podía. Era mas o menos de mi misma altura y su masa muscular parecía bastante desarrollada. Conocía a los de ese tipo de chicos, en plan, el romántico que va siempre con flores.

— ¿Tu chica?— resopló, quitando mis manos de él. —En algún momento de la vida lo fue. Ya no—

Su cara se giró al instante en cuanto mi puño hizo contacto con ella. Perdió el equilibrio pero se apoyó en la pared. Agarré de nuevo su camiseta para golpearlo de nuevo. La sangre empezó a salir de su labio inferior y parte de ella acabó sobre mi camiseta. Definitivamente no era mi día. Agarré su cuello y empecé a apretar. Su cara se volvió blanca y empezó a toser. Su sangre me había manchado ya las manos pero no podía parar. Seguí haciendo fuerza hasta que su cuerpo empezó a moverse. Intentó golpearme pero me alejé.

—Demasiado lento— escupí.

Su mirada se posó sobre mí, pero no hizo nada. Intenté provocarlo para que me golpeara pero no lo hizo, se quedó tosiendo delante de mí.

—Allyson, es mía, no voy a permitir que la alejes— gruñí...

— ¿Alejarla yo? Tío, creo que ya te has encargado tú de eso—

La esquina de sus labios se levantó en una sonrisa muy sutil y no pude evitar golpearlo de nuevo. Cayó al suelo. Llevó su mano al cuello y me miró de nuevo. Escupió varias veces sangre de su boca y se apoyó en la pared para poder levantarse. Di un paso hacia él cuando finalmente se levantó.

STRONGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora