Capítulo 18 "Me gustas."

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Unos. "hermosos" moratones cubrían la cara de mi hermano y él intentaba convencernos una vez más de que se había caído por las escaleras.

Obviamente, nadie le creyó pero no intentamos sacar nada más de él, sabiendo que no nos diría nada.

Salí por la puerta de mi casa para irme a casa de mi mejor amiga, mi madre me dijo que me quitaba el castigo por haberme portado bien estos días.

Estuve a punto de reírme cuando me lo dijo, pensando en todo lo que realmente había hecho durante toda la semana.

Un coche negro, que reconocí enseguida, estaba estacionado justo en frente de mi casa. Me planteé el volver a entrar a casa, pero cuando vi que la puerta del conductor se abría, decidí seguir caminando y pasar de largo, sin prestarle atención.

Lo que me extrañó fue que no hizo nada para tratar de impedirmelo, bueno, eso hasta que decidió hablar...

-A mi no me importa montar una escena delante de tu casa.- Se cruzó de brazos mientras se apoyaba lentamente en el coche. Mantenía su mirada en mí, y en ese momento me sentí más que incomodada.

-¿Qué quieres?- Traté de mantenerme firme para no demostrarle como realmente me sentía.

-Sólo quiero hablar contigo.- Contestó.

- Creo que todo ya está más que dicho. No te quiero cerca de mi. Ya está. Por favor, haz que eso entre en tu cabeza de alguna manera.- Tragué saliva y apreté los puños con fuerza. No sabía cómo él iba a reaccionar y para ser sincera, tenía bastante miedo.

-Sólo escucha lo que te tengo que decir. Después de eso, si sigues queriendo que me vaya, me iré y no te molestaré más.- Asentí no muy segura de mí misma, pero la curiosidad no me permitió simplemente irme.

-Sé que lo dices sólo para hacerme escucharte, después de eso, todo seguirá siendo igual.- Convencida de mis palabras, decidí acercarme un poco.

-Sube al coche, por favor.- Sus fuertes brazos rodearon mi cuerpo al negarme subir al coche, y en menos de diez segundos, me encontraba a mi misma sentada en el asiento del copiloto, una vez más.

No le dije nada, simplemente crucé mis brazos y mis cejas se juntaron inconscientemente mientras esperaba que las palabras finalmente salieran de su boca.

-Lo siento, ¿Vale? No quise portarme así anoche, no contigo.- Abrí mis ojos sorprendida de lo que mis orejas acababan de oír.

¿Liam Payne me estaba pidiendo perdón? Wah, eso no era algo que pasaba todos los días.

-¿Eso era lo que me tenías que decir?- Pregunté y él quedó pensativo durante unos segundos, pero finalmente asintió, yo no pude evitar reírme, lo que hizo que me mirara extrañado. -¿En serio pensaste que con venir aquí y decirme que lo sientes ibas a arreglar algo?- En los segundos que le di para que me contestara, no dijo nada, así que seguí hablando yo. -Eres un maldito monstruo. Casi matas a Derek sin ni siquiera pestañear y vienes aquí pensando que con pedir perdón todo estaría bien? Pues déjame decirte que en realidad, no. Eso no funciona en la vida real. ¿Hasta cuándo vamos a seguir así? ¿Cuándo vas a entender que no te quiero cerca de mi? ¿Qué tu simple presencia me hace daño? - No se como logré decirle todo aquello, no sé cómo es que me atreví, pero lo hice y puedo decir que estuve muy orgullosa de mí misma en ese momento.

-No digas eso.- Mis brazos cayeron a cada lado de mi cuerpo al oírle. Le miré a los ojos y, a diferencia de otros días, parecía estar hablando en serio por primera vez desde que le conocí.

-¿La verdad duele, no es así?- Un golpe en el volante me hizo sobresaltar.

-Joder, no sigas. Ya lo he pillado, ¿vale?- Su voz salió mucho más fuerte de lo que me esperaba y mentiría si dijera que no había perdido toda mi valentía en aquel momento.

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