STRONG

Capítulo 68 "Sola"

Estaba respirando con dificultad intentando subir al coche cuando una bala traspasó mi hombro. Grité, dejándome caer al suelo mientras agarraba mi brazo. El dolor se me extendía por todo el brazo haciendo que mi visión se nublada.

Empecé a llorar, sintiendo dos brazos alrededor de mí. Mordí con toda mi fuerza mi labio inferior en mi intento de no perderme.

El brazo de Liam se apretó alrededor de mí intentando levantarme del suelo pero lo único que logré fue chillar cuando el dolor aumentó al moverme. La mancha roja que había aparecido en mi vestido seguía creciendo, cosa que hizo que mi corazón parase durante un instante.

Respiré hondo. No me sentía lo suficientemente fuerte como para pasar por eso, ni física ni mentalmente.

Miré a Liam. Que claramente se estaba poniendo nervioso. Al poco tiempo un otro ruido ya demasiado conocido se escuchó y el cristal del coche estalló, haciendo que fragmentos de él se me cayeran encima, uno de los grandes clavándose profundamente en mi piel. Moví mis dedos, dándome cuenta de que cada vez notaba menos la mano.

Y de repente estaba cansada. Lo único que quería era cerrar los ojos y dormir, pero de nuevo, los brazos de Liam me rodearon. Levantó mi cabeza, sacudiéndome ligeramente y mis ojos se abrieron, pero se volvieron a cerrar.

-Pequeña, abre los ojos, por favor-

Su dedo pasó por encima de mi herida, quitando el trozo de cristal. Me retorcí en sus brazos y empecé a sollozar abriendo los ojos.

-Ally sé que sientes que estás cansada, porque estás perdiendo mucha sangre pero por favor, no ahora-

Me agarró con fuerza de la otra mano y me empezó a susurrarme cosas bonitas. La lluvia de disparos empezó de nuevo y Liam se agachó por encima de mi cuerpo, protegiéndome. Intenté quitármelo de encima, si alguna de esas balas lo tocara, sabía que me dolería mucho más de lo que mi cuerpo dolía en ese momento.

-Cariño abre los ojos, solo mantenlos abiertos. Te voy a sacar de aquí-

El sueño me golpeó de nuevo e intenté hacerle caso a Liam a pesar de que mis párpados se cerraban sin mi consentimiento. Sentía como mi cuerpo se dormía poco a poco. Una bala no podía hacerme tanto daño, ¿o sí? Me había dado en el hombro, por lo que no me había tocado ningún órgano vital, por lo que tendría que estar bien a excepción de mi brazo.

La mancha roja no dejaba de extenderse sobre mi vestido, por lo que la herida no dejaba de sangrar. Hay gente que sobrevive de un balazo en el corazón, y allí estaba yo, a punto de morir por un balazo en el hombro. Patético, como siempre.

Siempre me han estado preparando para afrontar la pérdida de alguien, por lo que siempre pensé que sería lo suficientemente fuerte como para superar eso, para salir de ese agujero. Pero estando allí, tirada en el suelo me preguntaba si ellos podrían superar perderme a mí. ¿Lograrían mis seres queridos salir de ese agujero juntos o se derrumbarían?

-Liam...- susurré.

Vi como su mirada se fijaba en la mía y frunció el ceño. Lo miré atenta y sonreí. ¿El estaría bien sin mí? Claro. Tenía que. El tenía que estar bien indiferentemente de lo que pasara. Tenía que seguir adelante y dejar mi recuerdo en una esquina y amar de nuevo. Mordí mi labio y empecé a llorar en silencio.

¿Eso había sentido su hermana al irse de su lado? En ese momento me di cuenta de lo que dolía dejar atrás una persona, y no porque sea lo que quieres, sino porque no hay otra opción.

- ¡Mierda, no!- gritó. -Cariño mantén los ojos abiertos, te lo suplico, pequeña no los cierres-

La desesperación detrás de su voz me hizo llorar tan fuerte que mi pecho empezó a doler. Un nuevo disparo golpeó la puerta del coche, pero él no se movió. Seguía estando agachado sobre mí, cubriendo mi cuerpo mientras sacaba el móvil del bolsillo. Movió un par de veces los dedos sobre la pantalla y lo volvió a meter al bolsillo.