Capítulo 31 "Eres preciosa, y eres mía"

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LIAM:

“—Te odio porque me has hecho llorar y sufrir como nunca antes lo había hecho en mi vida. Te odio porque no has sido sincero conmigo, porque besaste y abrazaste a otra. Te odio por haberte metido en mi vida, y no puedo olvidarte, esto es más fuerte que mi propia voluntad. Te odio porque tuve que enterarme por otras personas de cosas que tú nunca te has atrevido a decirme. Te odio porque tú nunca me dijiste que te irías, porque te es indiferente todo lo que me pase y por cómo te portas conmigo. Te odio por tu silencio y por todas las cosas y todos los sitios que me recuerdan a ti—

Una pequeña y conocida voz se oye, sin embargo, lo único que mis ojos logran ver es oscuridad.

Grito su nombre lo más fuerte que puedo, pero me empiezo a desesperar cuando no veo su pequeño cuerpo cerca de mí.

—Te odio por todos los momentos bonitos que hemos pasado juntos, cuando me hacías sentir especial. Te odio porque me has herido y aun así no puedo dejar de pensar en ti. Te odio porque no sé qué es lo que sientes ahora, porque no me has permitido conocerte lo suficiente y creí demasiado en ti y en todo lo que me decías—

Oigo otra voz, igual de conocida, que me deja perplejo por el simple hecho de no haberla escuchado en años. Pero simplemente no puedo concentrarme en ella.

Busco desesperadamente a la pequeña chica de ojos marrones.

Mi pequeña...

—Te odio porque no estás a mi lado cuando te necesito. Porque no estás aquí a pesar de todas tus promesas. Te odio por todas las desilusiones que tuve y tengo por tu culpa. Por todas las noches blancas en las que me preguntaba a mí misma y eso fue todo simplemente. Te odio porque sé que te irás y no volveré a verte jamás. Te odio porque me has mentido y no quisiste decirme la verdad. Te odio porque... me has perdido...—

Ella finalmente aparece. Está justo delante de mí y está llorando.

Me levanto para poder acercarme a ella, pero se aleja antes de darme el tiempo necesario para reaccionar.

Siento mi corazón volcar cuando ella desaparece, teniendo ahora delante de mí a otra chica, unos centímetros más alta y con el pelo completamente rizado.

No tarda en reaccionar, y cuando sus ojos encuentran los míos, me quedo todavía más confuso antes de que ella desaparezca también, dejándome solo en la oscuridad, de nuevo...

— ¿Alguna vez has pensado cuanto valor tiene la confianza? ¿Cuánta responsabilidad supone? ¿Lo honorable que es que alguien confíe ciegamente en ti? ¿Y en lo fácil que es perder esa confianza? La confianza es una de las cosas más importantes que une a las personas. Sin confianza no puede haber ningún tipo de relación, ya sea de amistad, amor, o simplemente convivencia... —

Es una voz aleatoria la que se oye ahora, no logro reconocerla y estoy cada vez más confuso. No entiendo nada de lo que está pasando a mí alrededor y noto como un punzante dolor se apodera de mi cabeza.

Cierro los ojos durante menos de dos segundos, y cuando los vuelvo a abrir estoy en un lugar completamente distinto.

Miro mis manos, mi ropa, todo mi cuerpo e instantáneamente me doy cuenta de donde estoy.

Un grito tras un brusco sonido de un coche tratando inútilmente de frenar se repite en mi cabeza una y otra vez. Una explosión es lo siguiente que logro oír y es el momento que logra desesperarme por completo.

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