-No me ha gustado nada, la encerrona que nos habéis echo y a Andrea, le ha gustado menos que a mí.-dice Samuel.
-Lo hemos echo, por vosotros, porque vemos que no dais el paso para ser novios.-dice Flavio riéndose.
-Samuel, no nos reclames que has estado encantado de estar a solas con Andrea.-dice Irina riéndose.
-Andrea y yo, no tenemos nada, solo es mi empleada.-dice Samuel.
-¿Y dónde pasasteis la noche, qué ninguno de los dos dormisteis en el hotel?-pregunta Irina riéndose.
-Yo me fui a otro hotel a hospedarme y Andrea, no se lo que hizo.-responde Samuel.
-Sí, Samuel, y yo hago como que te creo.-dice Irina riéndose.
-Es la verdad, tienes que creerme. Reconozco, que yo estoy enamorado de Andrea, pero que ella no me corresponde.-dice Samuel nervioso.
-Mi hermana, te mira con los mismo ojos, que tú la miras a ella.-dice Irina riéndose.
-¿Y qué ojos son esos, según tú?-pregunta Samuel.
-Son ojos de amor.-responde Irina.
-Carnal, no tienes por qué ocultarlo, nosotros os apoyamos, os queremos ver juntos y felices.-dice Flavio.
-Gracias, por el apoyo, pero solo es mi empleada.-dice Samuel.
-Aquí, vamos a estar por si queréis decirnos que estáis enamorados.-dice Irina riéndose.
Samuel POV
Subo a mi habitación con mi maleta y me siento en mi cama. Flavio e Irina, saben que Andrea y yo, estamos enamorados, aunque nosotros lo negamos, ellos lo saben. Por un lado, me gustaría decirles a todos que Andrea y yo somos novios. Pero, por otro lado, pienso en que es pobre y aunque eso no debería de importarme, si me importa. Me da remordimientos, pensar que siento vergüenza de estar enamorado de una mujer pobre y más después, de haber pasado esos días en la playa con ella. Por eso, no puedo evitar llorar. La amo, pero me da vergüenza, que sepan que mi novia es pobre. Aunque, tengo que ser valiente, porque quiero casarse con ella y que sea mi esposa.
Andrea POV
Me quedo en mi habitación, pensando en Samuel, no se merece lo que le estoy haciendo, pero no estoy completamente segura de que esté enamorado de mí. No me arrepiento de los días, que he pasado con él, porque han sido los mejores de mi vida. Lo único que sé es que yo lo amo. Yo no me quiero vengar de él y me encantaría casarme con él, pero como no sé si realmente me ama, no he aceptado casarse con él.
Horacio, sabe que Andrea, debe de haber vuelto del viaje de trabajo y la llama por teléfono.
-Mi amor, ¿ya estás en Houston?-pregunta Horacio.
-Sí, mi amor.-responde Andrea.
-¿Nos podemos ver esta noche?-pregunta Horacio.
-Sí, nos vemos en el restaurante donde trabajas.-responde Andrea.
-Vale, allí nos vemos.-dice Horacio.
-Hasta luego.-dice Andrea.
Por la noche, Andrea, va a la puerta del restaurante donde trabaja Horacio.
-Mi amor, tenía muchas ganas de verte.-dice Horacio intentando besar a Andrea.
-Mi amor, yo también tenía muchas ganas de verte.-dice Andrea, apartándose para que Horacio, no la bese.
-Pues no lo parece, no me dejas ni que te bese.-dice Horacio.
-Es que estoy muy cansada por el viaje.-dice Andrea.