Ira

8.9K 794 161
                                    

—¿Cómo estás, linda?

Baja la ventanilla de su auto y otra vez tiene esa sonrisa burlona en su cara.

Tardó menos de lo que esperaba en llegar, me cruzo de brazos y estoy hecha una furia. ¿Por qué creo que esto me emociona? Es un manipulador. Me deja esperando en la puerta de mi casa, me acecha cuando veo una película con mi novio y básicamente me hace echarlo.

—¿Qué querés?

—No sé, charlar con vos. No me digas que no me extrañaste.

Rodeo el auto y me subo sin reprochar para no armar una escena afuera de mi casa. Él tiene puesto sus lentes de sol y lleva una musculosa negra con el logo de una banda, unos pantalones negros ajustados y rotos, con unas botas altas en el peor estado. Tiene su brazo tatuado más a la vista y me quedo contemplando los dibujos, en su brazo izquierdo tengo que hacer un esfuerzo para diferenciar uno del otro, pero en el derecho están más esparcidos y me llama la atención que tenga un logo de un villano sobre el antebrazo. Es amarillo, llamativo y enorme.

Cuando ve que no respondo, acelera el auto y vuelve a hacer ese ruido desagradable.

—Bueno, te vi con tu novio hoy...

—¡No podés espiarme por la ventana! ¡Sos un maldito! ¡Una decepción!

Estoy enojada y me doy cuenta de que no con él, sino con mi novio, por no haber cubierto mis expectativas y estoy indignada conmigo misma por no haber sido capaz de no excitarlo. Solo me estoy descargando con Andy porque puedo.

—Wow, ¿Qué pasó?

—No sé.

Otra vez me estoy abriendo con él, le estoy diciendo toda la verdad, me gusta tener a alguien que sepa mis verdades y él ya sabe todas, así que da igual, a él le da igual.

—Contame.

—¡No quiso! No sé por qué.

Largo sin dudarlo enfrentándolo subiendo mi pie en el asiento.

—¿No quiso qué? ¿Quién?

—No sé, hacer algo, estábamos solos y en mi cuarto... Esteban, mi novio.

—¿Se lo pediste?

—Lo insinué.

Me desplomo sobre el asiento y miro el techo. ¿En qué momento me volví así? La chica que engaña a su novio, se enoja cuando él no quiere hacer nada y descarga sus frustraciones con su amante.

—Conociéndote, y lo hago, estoy seguro de que te quedaste en una esquina enviándole indirectas por telepatía y estás enojada por ser patética.

No sé cómo, pero levanto la pierna, la atravieso por el auto y le pateo la rodilla.

—No, estaba encima de él, lo estaba besando ¡Fuerte! Y cuando quise avanzar más, me detuvo.

Se queda pensativo. Recuérdenme: ¿por qué estoy en el auto con él otra vez? Ah, sí, porque mentí con que había perdido la virginidad con él, ahora me extorsiona para que lo vea y me intenta "enseñar" cosas sexuales para que las aplique con mi novio. Somos retorcidos, es decir, yo soy retorcida, le pedí que me enseñe cosas y termino siempre besándolo sin ningún motivo. Quiero verlo todo el tiempo y cuando lo hago le cuento las frustraciones de mi relación.

Me cubro la cabeza con el brazo y me quedo recostada en silencio.

—Linda, tal vez está esperando que vos hagas algo.

—¡Me dijo que quiere esperar!

En mi mente es lógico creer que tengo el derecho de enojarme con mi novio.

VirgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora