Virgen

Sorpresa

—¿A dónde vamos?

Pregunto desde el asiento de atrás intentando acomodar mis piernas en el poco espacio que deja la heladera del suelo y las piernas de Ian.

—A un lugar que no esté dominado por fisicoculturistas.

Dice Ian mientras corre mis piernas para alcanzar una lata de la heladera que parece nunca tener fondo.

—No son fisicoculturistas...

No sé por qué abro la boca, sé que a Ian lo sigo irritando y llevarle la contra no es la mejor estrategia.

—Son todos una manga de perfectitos.

Responde y me siento un poco mal porque los conozco y debería poder defenderlos, pero prefiero quedarme callada que pelear con Ian.

—¿Los conocés?

Pregunta Teo que de alguna forma siempre lee entre líneas.

—Sí.

Teo sonríe, abre la boca para decir algo, pero Andy lo interrumpe.

—No, Teo.

Todos miramos a Andy que sigue con la vista en el camino, nadie entiende su reacción, no sé qué iba a decir Teo, pero él parece tan sorprendido como yo de que lo haya callado. Hasta Ian se queda extrañado.

—Uno es mi novio.

Suspiro mientras digo la frase. Antes no quería que supieran que tenía novio, pero estoy segura de que Andy les va a contar o de alguna forma se van a enterar y no quiero que metan la pata, es mejor tenerlos informados ahora que llegamos al grado de complicidad "prófugos de la justicia". Cuando Andy cierra los ojos, resignado, me doy cuenta de que tal vez, metí la pata.

Teo levanta las cejas e intenta conectar con la mirada de Andy girando en el asiento, pero él sigue con la mirada en el camino.

—¿Tiene novio?

Le pregunta a él como si yo no pudiera hablar.

—Sí, tengo novio.

Me hundo en mi sitio y me quedo esperando la reacción de Teo e Ian. Ninguno de los dos me presta atención. Ian se cuelga del medio del asiento, Teo salta en su lugar y así "acorralan" a su amigo dentro del auto.

—Tiene novio.

Vuelve a decir Ian señalándome y Andy sabe que tiene que empezar a emitir algún tipo de sonido antes de que se lo coman vivo.

—¿Qué tiene?

Pregunto ajena a la situación. No sé por qué se exaltan tanto, no pensé que fueran de la clase que tiene códigos o se preocupa por las novias de otros.

—¿Tenés novio y sos virgen?

Teo apoya su barbilla en el asiento de adelante y me queda contemplando. Si llegan a decir "tenés/tiene novio" otra vez me tiro del auto.

—Andy... ¿Estás compartiendo de verdad?

Ian mueve el asiento para que este reaccione y Andy agita su mano en el aire.

—Están haciendo mucho alboroto por nada.

Me mira por el espejo retrovisor y cuando lo atrapo mirando vuelve a poner la vista en el camino.

—¡Era verdad!

Teo salta sobre el asiento y empiezan a pegarle a Andy juguetonamente, quien tiene que hacer un sobreesfuerzo para no perder el control del auto.

—No estoy compartiendo. —Los amigos se ríen de él y después de una mirada asesina, agrega. —La estoy robando.

Los tres me miran y vuelvo a sentirme como una cosa. Hay veces que no reconocen mi existencia como ser humano, más como una mascota, como algo que llevan con ellos a pasear por ahí.