Amor

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Era eso, siempre pensé que iba a tener a Andy cerca, sabía que estábamos acabados, pero en el fondo tenía esa estúpida esperanza de volver a verlo. La mudanza pone las cosas en otra perspectiva... si se va, de verdad no lo voy a volver a ver ni de casualidad, ni pasando con su auto por ahí, ni voy a poder correr a su cueva.

No quiero que se vaya, mentía cuando decía que lo quería fuera de mi vida. Quiero verlo, quiero abrazarlo y quiero rogarle que se quede, quiero poder tener la posibilidad de verlo caminando por ahí despreocupadamente. Sé que no me va a hacer caso, no puedo detenerlo, menos ahora que está todo dicho y que está en plena mudanza, pero igual de la manera más egoísta, quiero decirle que lo necesito.

Si yo no fuera yo, hija de un reverendo, destinada a casarse virgen y a tener por lo menos dos hijos perfectos, con un hombre perfecto como Esteban. Y él no fuera un alma nómada, que cambia de chica como de medias, un chico de miles de tatuajes que no le importa nada más que pensar en qué va a ocupar su tiempo libre, nuestra historia sería diferente. Las cosas son complicadas, yo no quiero renunciar a la vida que tengo y someterme a la decepción de mi papá por estar con alguien como él, y Andy no quiere perder su libertad, ni someterse a una relación. Supongo que ambos somos egoístas.

Es así como somos, es así como siempre vamos a ser y a eso se refería cuando dijo "lamento no ser quien necesitás". Sabe que necesito a alguien como Esteban a mi lado, yo también lo sé, pero igual duele porque en el fondo es como dijo Berni: me estoy mintiendo para convencerme de que soy feliz con Esteban, él es lo que necesito, pero no lo que quiero. Andy es alguien que no necesito, pero que quiero tanto que no me importa compartirlo con otras.

Todo este tiempo estuvimos en el balance perfecto. Andy necesitaba cariño y yo se lo ofrecí a cambio de sexo, y funcionó perfectamente hasta que la balanza se inclinó y todo se nos fue de las manos. Ahora sé que siempre fui infeliz hasta que apareció en mi vida y no me importa si él dice que no quiere verme más, tengo que buscarlo antes de que se vaya y decirle cómo me siento antes de no poder hacerlo nunca más.

Abro mi cartera y saco mi celular para llamar a "Desconocido", como sospecho, no contesta. No me quiere atender, lo más probable es que esté en su auto de hojalata cortándome las llamadas, mientras escucha metal a todo volumen y se ríe de mí con una chica que está sentada en el asiento del acompañante. Me enojo con mi propia imaginación ¿Tenía que ser tan explícita?

"Tuve sexo con Esteban, no sabía que tenía que hacerlo por atrás en mi primera vez... me duele y no me puedo sentar. No sé con quién más hablar ¿Qué hago para que me deje de doler? Cora"

En situaciones críticas, se vale usar medidas desesperadas. Nadie se resiste a leer un mensaje y Andy no va a poder contenerse después de leer eso. Cinco minutos después, como esperaba, me está llamando.

¿Qué carajos? ¡¿Estás loca?! ¡¿Cómo dejaste qué...?

—¡Andy! Es mentira, necesitaba que me llamaras.

Estás desquiciada mujer, casi choco con ese mensaje...

Me río en el teléfono y me palmeo la espalda, no puedo creer que funcionara mi plan y que supiera que iba a estar en su auto.

—¿Lo hiciste?

—No.

—Ya sabía...

Dice despreocupado como si no fuera que entró a mi casa para amenazar a mi novio con matarlo si me ponía un dedo encima.

—Andy, tenemos que hablar.

—Cora... no quiero hablar.

—No importa si no querés decirme nada, necesito que me escuches, en tu casa, en diez minutos.

VirgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora