Desamor

6.6K 759 176
                                    

Soy blanda y como no tomé nunca nada más que cerveza, los dos tragos que me tomo con Ian están empezando a hacer efecto. Estuve meditando lo que dijo, pero está loco, Andy mismo dijo que le daba terror enamorarse, no piensa en mí más allá de una diversión del momento, una chica para pasar el rato y que ya le aburrió. No me imagino a Andy... es decir, él no quiere salir conmigo. En la fiesta de disfraces me dijo que no quería que dejara a Esteban, fue claro.

Con Ian no sé por qué le contamos al barman la situación, él está entretenido con toda la historia y hasta nos da su punto de vista. No estaría contándole nada a nadie si no estuviera ebria, pero me distiendo e intento reírme de lo patética que soy. Me río a carcajadas con el barman de rastas que se queda charlando con nosotros.

—Yo creo que tu problema es que no querés aceptar que te gusta.

Dice el barman sirviendo otro trago.

—No, yo sé que Andy me gusta, él es quien se hace problema por las cosas. Estábamos bien así. ¿No? Es decir, los dos salíamos ganando... creo. Él empezó todo el juego, yo no quería jugar.

—¿Pretendías tener a Andy como amante por siempre?

La palabra amante me hace rechinar todas las articulaciones de mi cuerpo.

—No por siempre, pero por más tiempo, supongo.

—Una relación de esa clase no puede durar para siempre ¿Sabías?

—No duró.

Le respondo y recibo el tercer trago, es Gin&Tónic. No sé qué es el Gin, pero sé que por Tónic se refiere a "agua tónica". Le pedí al barman que lo prepare con gaseosa para que sea más dulce y él asintió divertido, como si mi pedido fuera algo infantil.

¿Quién iba a decir hace dos meses que iba a estar sentada por mi cuenta en un antro tomando tragos con un chico con un aro de toro y un barman tatuado y pasándola bien?

—¿Por qué siempre sentí que me odiabas?

Le pregunto a Ian quien revolea los ojos volviéndome más honesta.

—Perdón por no ser la persona más amigable del mundo, pero no me interesa hacerme amistades que creo que van a terminar.

—¿Por qué estás sentado ahora conmigo?

El barman le da una mirada cómplice a Ian y este niega con la mano.

—Porque ahora sé que te voy a seguir viendo por un tiempo.

Entrecierro los ojos ¿Es que no entendió que Andy no me quiere ver más? Estuvimos hablando de eso por la pasada hora. Me río, no sé por qué, el alcohol seguro y miro a nuestro alrededor, hay todavía más gente adentro, espero que deje de llover para que la gente que fuma vaya a hacerlo al patio y así liberar un poco de espacio.

Veo pasar a Teo con la chica morocha, ahora me acuerdo, Sabrina, así se llamaba. Cuando nos reconoce él suelta su mano para caminar decidido hacia nosotros.

—¿No te habías ido?

Levanto el vaso y me río.

—Sigo acá.

—¿Por qué?

—Llamé a mis amigas, me vienen a buscar después de una fiesta, estoy haciendo tiempo con Ian y mi nuevo amigo, Benjamin, el barman sexy.

Lo señalo con el meñique y él levanta la mano después de acomodar un repasador en su hombro.

—¿Por qué no estás con Andy?

—Terminaron.

Dicen el barman e Ian al unísono. Teo sonríe y me mira emocionado.

—¿Significa que estás libre?

VirgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora