Narra Ash
Tras unos segundos la puerta se abrió, y pude ver que Irina estaba tapada con la sábana de la cama.
-Te queda bien el vestido... ¿Es una nueva moda? -dije aguantando la risa.
No dijo nada, tan solo se quedó quieta, callada y a punto de llorar.
-Vamos, tampoco hay porque ponerse así.
-Puedes...
-Hmm?
-Puedes traerme algo de ropa? -dijo mientras se ruborizaba.
-De acuerdo, pero después hablaremos. -dije saliendo de la habitación.
Fui hacia el almacén, donde estaba toda la ropa para especímenes, me pregunté que clase de ropa le gustaría, así que cogí todos los tipos de ropa de mujer que había y me los llevé conmigo.
Entré a la sala de control, es una pequeña donde se puede ver la habitacion del espécimen sin que el nos vea a nosotros.
Me quedé un rato mirándola, seguía tapada con la sábana, y iba de un lado a otro. En un momento dado, se le cayó la sábana, y aparte de ver su cuerpo desnudo, pude confirmar mis sospechas, en su espalda habia cicatrices alargadas, parecían hechas con un látigo.
Narra Irina
Seguía esperando a la chica, que había ido a por ropa, pero en un momento de torpeza pise la sábana y se me cayó, dejando mi cuerpo a la vista, recogí la sabana y volví a ponermela a modo de vestido.
La chica entró con la ropa, me alegre de que no hubiese entrado 10 segundos antes, de l contrario me hubiese visto toda... Otra vez.
-Quitate la sábana. - me dijo señalando lo unico que me cubría.
-¿¡Que!?
-¡Que te quites la sábana! -exclamó mientras intentaba quitarmela.
-¡No!- fui hacia la esquina de la habitación, intentando huir de ella.
Vino hacia mi y volví a evitarla, pero caí en la cama y se puso encima mío.
-Dejame verte la espalda.- dijo aguantandome de las manos.
-No puedes verla...
-Porque no? No quieres que vea las cicatrices? - preguntó retóricamente.
-¿¡Como sabes eso!?
-¿Crees que ese espejo está ahi para hacer de bonito? Es la unica forma de controlarte sin que nos veas.- dijo señalando el ya mencionado anteriormente. - Enseñame la espalda.
-No puedo.- estaba a punto de llorar, queria huir de allí, lo mas rápido posible.
Salió de encima mio y pude incorporarme, por mi mente solo pasaban todos los malos momentos relacionados con esas estupidas cicatrices.
Narra Ash
No pude creerlo la primera vez, pero ahora ya lo tenia confirmado, eran cicatrices de un látigo, y no parecían recientes...
Pude ver en el rostro de Irina pena, dolor y miedo. No se me ocurrió nada mas que hacer que abrazarla, a lo que ella rompió a llorar en mi hombro.
Después de 1 hora y media de llanto se tranquilizó y pudimos hablar.
-Ya estas mejor?- pregunté apartandola de mi.
-Si.- las lagrimas que seguía derramando indicaban lo contrario, pero no queria agobiarla con el tema.
-Quieres probarte la ropa que te he traído? - pregunté señalando la misma.
-Si. Pero...
-Pero...?- repetí añadiendo un tono de duda.
-Podrías salir mientras me cambio?- dijo con las mejillas sonrojadas.
-Claro. - me levanté y me fui de la habitación.
Mi cerebro me decía que no mirase, pero mi corazón me decía lo contrario, y como el corazón es lo que le da el oxigeno y la sangre necesarios al cerebro, miré.
Allí estaba, desnuda frente la ropa, la cual había puesto encima de la cama para decidir que ponerse. Se decidió por una camisa blanca y unos pantalones vaqueros.
Aquella ropa realzaba sus curvas y la hacia ver todavía más hermosa. Empecé a pensar en ella no solo como un espécimen, sino en una mujer, una mujer hermosa de la que me había enamorado.
Al pasarse aquellos pensamientos por mi mente me ruboricé, pero era verdad, queria abrazarla, queria besarla... Hacerla mía.
Narra Irina
Me gustó la ropa que me habia traido, era muy bonita y me quedaba muy bien a mi parecer. Llamé varias veces a la puerta hasta que la abrió.
-¿Que te parece?- dije mientras daba una vuelta sobre mi misma.
-Estas hermosa.- al oir aquellas palabras me ruboricé.
-Gracias.- pude notar como mis mejillas se calentaban.- A todo esto, no se tu nombre.
-Astrid, pero suelen llamarme Ash.

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Hibridos
Fantasy♡[Historia con contenido Girl×Girl]♡ ♡Si no es de tu agrado; no lo leas. ♡ El amor lo puede todo, y esto es lo que tendrán que demostrar Irina y Astrid, una mujer pantera y una científica recién licenciada. ¿Las acompañarás en su aventura?