Hibridos

Capitulo 19 (Lemon)

Narrador

Irina y Ash se fundieron en un dulce beso, durante varios minutos. Despegaron su labios por falta de aire varias veces, pero en cuanto lograban volver a la calma, seguían.

Los besos de Ash excitaban cada vez más a Irina, tal fue el grado al que llegó, que decidió pasar al siguiente nivel.

Sacando la garra de su dedo índice cortó la camisa de Ash, teniendo una perfecta visión de su sujetador.

Acarició sus pechos por encima del sostén, haciendo que ella soltase pequeños gemidos.

-¿Que ha sido eso?- preguntó retóricamente, con una sonrisa pícara en su rostro.

-Tonta.- dijo Ash avergonzada, entrelazó las manos de Irina con las suyas y consiguió cambiar las posiciones, ahora ella estaba encima.

Empezó a lamer su cuello, mientras soltó una de sus manos para ir a acariciar la punta de sus orejas, cosa que hizo estremecer a Irina, que iba soltando pequeños gemidos.

Levantó la camiseta de la pequeña pantera y comenzó a lamer su marcado abdomen, mientras con la mano que ya había liberado antes, acariciaba sus grandes senos.

Volvió a subir, y habilidosamente la despojó de su sujetador con una sola mano. Lo levantó y comenzó a lamer sus pechos, haciendo pequeños círculos con la lengua sobre sus pezones, obligandolos a ponerse duros. Iba dando pequeñas mordidas, entretanto, su mano jugaba con el otro pecho.

Ash soltó la mano que entrelazaba con Irina y bajó lentamente hasta llegar a su pantalón, acarició suavemente su entrepierna, haciendola gemir más alto, mientras, Irina apretaba la cabeza de Ash contra su pecho.

Continuó acariciando su entrepierna hasta que el pantalon le molestó, en un abrir y cerrar de ojos, dejó a Irina completamente desnuda, mientras ella seguía con toda la ropa.

Decidió que aquello no podía seguir asi, se lanzó hacia Ash, que estaba encima de ella.

-No voy a ser la única que pase frio.- dijo con media sonrisa.

Despojó a Ash de su camiseta y sujetador sin ningún tipo de problema, siguió bajando hasta llegar a los pantalones, desabrochandolos lentamente y lanzandolos hacia cualquier rincón de la habitación.

Solo quedaba una última prenda, fue lamiendo lentamente todo el cuerpo de Ash; pasó por su cuello, bajó lentamente hacia sus senos; dando pequeñas lamidas en circulos por sus pezones, siguió bajando hasta llegar a la parte de ropa que faltaba por quitar; mordió la cinta y comenzó a bajar, hasta dejarla completamente desnuda.

Irina se quedó mirando a Ash, quien ya estaba completamente mojada y desnuda. Subió hasta sus labios, dandole lentos besos que la dejaban casi sin respiración.

-Has ganado.- dijo Irina.

-¿A que te refieres?- murmuró casi sin respiración.

-He encontrado algo que me gusta mas que las manzanas.- dijo sonriendo picaramente a la rubia.

-¿Y que es?- dijo con media sonrisa en el rostro.

-Eres tu.- susurró a su oido.

La rubia se sonrojó al oir estas palabras, mientras, Irina bajó hacia la entrepierna de Ash, que estaba ya muy mojada y empezó a lamer su zona íntima.

Ash gemía, jadeaba o retorcía las sábanas entre sus dedos cada vez que Irina lamia sus partes, pero no iba a dejar que ella hiciese todo el trabajo, cuando tuvo oportunidad, se lanzó hacia Irina, dejandola a ella arriba.

-No voy a ser la única que disfrute.- susurró a su oído.

Acarició suavemente la cola de Irina, notó que volvia a tener el mismo líquido espeso que el momento en que la bañó.

Irina se estremecía cada vez que pasaba sus dedos por la punta de su cola, pero Ash necesitaba esos dedos para algo más placentero.

Mientras lamia su zona íntima, insertó un dedo en su cabidad, a lo que Irina respondió arqueando la espalda y gimiendo mucho más alto.

Al parecer le había gustado, no tardó en mover las caderas al ritmo en el que Ash introducía sus dedos.

Cuando notó que las paredes de Irina se contraian, juntó su zona íntima con la de ésta y levantó a Irina, dejándola a su frente.

Irina mordió el cuello de Ash marcando sus colmillos en él, excitando más a Ash

Unos cuántos roces y mordidas más tarde, llegaron al clímax, juntas.

Irina se cayó encima de Ash, que respiraba con dificultad. Unos minutos tras recuperar el aliento que les faltaba, se quedó dormida encima de su pecho.

Ash se quedó mirandola durante largos minutos, que para ella se le hacían segundos, se preguntó si no podría detenerse el tiempo, dejandolas así para siempre.

-Ash...- susurró Irina dormida.