Capitulo 48

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Narra Alexey

Salí de la enfermería y había una marabunta de gente, casi todos se alarmaron al verme, cuando noté el miedo que había en sus ojos, las lágrimas comenzaron a salir de los mios...

Algunas de las personas se acercaron al verme llorar, supongo que vieron que también tengo un corazón.

No lloraba de dolor, ni por cómo había tratado a esas cuatro personas, lloraba por el hecho de haber decepcionado a Irina de tal manera.

-¿Eres tú Alec? -aquellas palabras en Noruego y la voz que las emitian me sonaron muy familiares.

Abrí los ojos, todos estaban haciendo un pasillo para darle paso a un hombre, el padre de Ash.

-¡Abuelo! -grité.

Corrí a aferrarme a él en un abrazo, en lo que se agachó y abrió sus brazos.

Rompí a llorar en su hombro.

***

Tras aquella escenita que había montado, mandó a todos los alumnos a sus respectivas aulas y me pidió que le acompañase a su despacho.

-Dejame ver esa herida, Alec. -dijo sentándose frente a mi.

Le enseñé mi mano, se podía ver a través de ella, agarró un trozo de tela humeda que había traído con él y lo puso sobre mi palma.

Emití un rugido debido al dolor, y agarré tan fuertemente el sillón que dejé la marca de mis garras en él.

-Sé que duele, pero se fuerte campeón. -dijo limpiando una de las lágrimas que caían por mi rostro.

Asentí y dejé que el abuelo siguiese curando la herida, me dio varios palos para que los mordiese y centrase el dolor en ellos, pero terminé rompiendo más de uno.

Tras varios minutos, por fin terminó de curar la herida, puso una gasa sobre ella y lo aguantó con esparadrapo, terminó vendandome la mano.

-No creo que deje cicatriz. -alborotó mi cabello y se levantó. -Ahora dime todo lo que ha pasado, TODO.

***

Tras explicarlo, el abuelo me miró de reojo, suspiro, y comenzó a reírse como loco, poniendo una mano sobre mi hombro y limpiandose las lágrimas que rodaban de sus mejillas con la otra.

-¡No es para reírse! -comenté.

-Tienes razón, lo siento. Pero, ¿de verdad crees que has hecho algo malo? -me miró a los ojos. -Es decir, si; puede que hayas golpeado a esos chicos, ¿pero no se lo merecían?

-Yo...

-Y esa chica, ¿que hubiese pasado con esa chica de no haber sido por ti? -puso las dos manos en mis hombros y me zarandeó. -¡Le has salvado la vida, Alec! Por lo que a mi respecta, no has hecho nada malo.

Me abracé al abuelo, en aquel momento sus palabras fueron el remedio perfecto para subir mis ánimos.

Ash e Irina entraron por la puerta, las dos llevaban la ropa cubierta de sangre y parecían estar algo más calmadas.

-Te dije seguiría aquí. -dijo Ash. -Ahora, ¿que tienes que decir?

-No hace falta que me sermonees, ¡Ya se lo que tengo que decir!

Irina se acercó unos cuantos pasos hacia mi, se agachó y me miró a los ojos.

-Lo siento Alec, se que te he asustadoro antes, pero... Solo de pensar, que te puedan hacer daño por ser un híbrido... Me asusta.

-Lo siento, Mamá. -me abracé a ella lo más fuerte que pude. -Yo solo quería ayudar.

-Lo sé... -me susurró mientras acariciaba mi cabello. -Yo también siento haberte tratado así.

***

Con todo el jaleo que habíamos montado, el abuelo decidió llamar a Claus y que nos llevase a casa, al entrar, Tía Cat y Tía Eli estaban esperando en la puerta.

-¡Alexey! ¡No puedes darnos esos sustos! ¡Nos tenías... -Cat detubo el sermón de Eli al ver mi mano vendada.

-¿¡Que te ha pasado!? -preguntó algo alarmada.

-No es nada... -dije escondiendo la mano tras la espalda.

-Se ha peleado y le han atravesado la mano con una navaja. -explicó Irina.

-¡Mamá!

-¡Oh Dios! -exclamó Tía Eli. -¿Cómo ha pasado?

-No quiero hablar del tema. -puse punto final a la corta conversación y marché corriendo escaleras arriba.

Entré en mi habitación, cerré la puerta y me lancé a la cama. Al ver a aquella chica recibiendo tan tremenda paliza, me vi a mi mismo, me vi a mí cuando estaba en los laboratorios. No pude soportar esa visión y antes de darme cuenta, estaba sobre uno de los chicos, golpeándole con mis puños.

***

Pasaron tres cuartos de hora desde que me encerré en mi habitación, cuando alguien entró por la ventana.

-¿Estás mejor? -sin habera olido, podía saber que era Irina.

-Márchate...

-Dejame adivinar. -dijo sentándose al borde de la cama. -Te has visto reflejado en esa chica.

-¿¡Como lo sabes!? -levanté la cabeza para mirarla.

-Porque te conozco. -rió.

-He sido muy egoísta.

-Puede... -Irina empezó a acariciarme el cabello. -Pero gracias a eso, se podría decir que has salvado una vida.

-¿La chica estaba bien?

-Bueno... Todo lo bien que se puede estar despues de recibir una paliza de tal magnitud... -en su cara se dibujó una de sus muecas. -Pero tu madre y yo hemos hecho lo posible para que no empeorase.

Seguí acostado un rato más, mientras ella me acariciaba el cabello.

-Anda, bajemos ya. -comentó mientras se levantaba. -Tu madre está preocupada.

-Gracias Mamá. Por todo...

¡Capítulo dedicado a AntonellaLGO! Normalmente actualizaría un Martes, pero me he dado el capricho y lo subo un sábado. 😁

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