Capitulo 39

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Narra Irina

Tras la comida fuimos a dar una vuelta por el invernadero del centro, había estado muy pocas veces en él, pero siempre se me venia a la mente el mismo pensamiento: "Es realmente precioso."

Habían flores de todo tipo; rosas, margaritas, violetas, tulipanes... A Alexey pareció fascinarle aquel lugar.

Ash y yo nos sentamos en unos bancos cerca de la fuente central, mientras Elisabeth, Catarina y Alexey jugaban a las escondidas.

-Me alegra tanto que se lo esté pasando tan bien... -comentó Ash.

-Ash, ¿Es verdad eso de que parezco su madre? -pregunté.

-Si, lo pareces. -contestó.

Me quedé mirando como corría de lado a lado, buscando a Catarina y a Elisabeth, Ash pasó un brazo por mis hombros y depositó un beso en mi frente.

-Pero no es nada malo, creo que de alguna manera te ves identificada en él. -me quedé pensando sobre lo que acababa de decir, supongo que tenía razón, en cierto modo Alexey y yo nos parecíamos bastante... 

Alcé la vista y ví que todavía no lograba encontrarlas, le hice un silbido y me miró, hice un gesto discreto con la mano, indicándole donde estaban escondiéndose esas dos. Dio un rodeo para situarse tras ellas, se lanzó a por Elisabeth y la capturó, haciendo que el juego terminase para ella, ya solo quedaba Catarina, que habia aprovechado para huir y ya iba a una distancia considerable. 

-No la atrapa ni de lejos. -comentó Ash. 

-Espera y verás. -le dije.

Los ojos de Alexey reflejaban un brillo intenso, su boca dibujaba una media sonrisa y dejaba ver sus afilados colmillos, su lengua recorría sus labios; humedeciéndolos para cuando llegase el momento de la merienda, puso sus manos en el suelo y esperó unos cuantos segundos, en cuanto Catarina ya estaba a una distancia inalcanzable, comenzó a correr a cuatro patas, como un tigre.

En menos de 7 segundos habia recorrido la distancia que le separaba de Catarina, dejando entre ellos una diferencia de 2 metros,  Catarina empezaba a cansarse, mientras Alexey solo acababa de empezar, dio una última carrera antes de llegar frente a nosotras.

-¡Imposible! -dijo Ash levantándose del banco.

Se abalanzó sobre Catarina y la abrazó por la cintura, dieron media vuelta en el aire, dejando a alexey bajo Catarina absorbiendo él el golpe, recorrió cerca de 2 metros rozando su espalda contra el suelo. 

Las cuatro corrimos a ayudar a Alexey, que seguía tumbado en el suelo. No dijo nada y se levantó por su cuenta, evitando toda ayuda, despues de unos segundos de silencio por fin habló.

-¡HE GANADO! -gritó. 

Se puso a dar saltos de alegría, supongo que todas estaban nerviosas, porque empezaron a reír.

-Anda, déjame ver como tienes la espalda. -di una vuelta sobre el.

-Preferiría que no lo hicieses, no es bonito de ver. -dijo apenado.

Me parecieron extrañas aquellas palabras por una simple rascada, su camisa se habia desgarrado por completo, la herida ya habia comenzado a regenerarse, pero me llevé una horrorosa sorpresa cuando se regeneró por completo.

Moratones, venas, vertebras... Todo quedaba marcado en su espalda, de cualquier forma u otra, parecia que le habia caído un rayo encima.

-Te lo dije. -giró para mirarme, ahora quienes observaban su espalda eran las demás.

No dije nada, rodeé su cabeza con mis brazos y lo apegué a mi, él rodeó mi cintura con sus brazos y me abrazó.

Las chicas me miraron con ojos tristes, parecían a punto de llorar, sabían al igual que yo que tras aquellas cicatrices se contaba una triste historia.

Sin darnos cuenta, la hora de cenar ya había llegado, nos dirigimos a la habitación de Alexey, para que pudiera cambiarse de ropa.

Cuando llegamos, la puerta estaba descolgada y pintada con permanente negro: "desgraciado", "muerete", "nadie te quiere", "das pena" entre muchos otros insultos desagradables, pero sin duda, el que mas me llamó la atención fué también el mas grande: "ASESINO".

La habitación por dentro estaba destrozada, el colchón de la cama había sido rasgado con un cuchillo, las estanterías las habían arrancado de las paredes, a los libros les habian cortado las paginas, incluso la televisión la habian roto.

Mirando aquel escenario tan deplorable noté unos brazos qur me rodeaban, bajé mi vista y pude ver que era Alexey.

-Lo siento, te prometí que no iba a llorar pero... No puedo aguantarme más. -rompió en llanto.

Pude notar que no era la primera vez que le hacían estas cosas, me pregunto como no me di cuenta antes, las ganas de venganza se apoderaron de mi, separé a Alexey de su abrazo y lo acerqué a Catarina.

-Coged algo de su ropa y llevadlo a mi antigua habitación. -ordené.

-¿Que vas a hacer? -preguntó el muchacho.

-No quieras saberlo. -dijo Catarina.

Empecé a correr hacia el comedor de aquel ala, conociendo el horario del centro, todos los niños estarían reunidos allí para la cena.

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