Narra Ash
Ya habíamos recogido la ropa de Alexey y la llevamos a la antigua habitación de Irina, tal y como ella había dicho, pero pasaba una hora desde que se fue y todavía no volvía.
Estaba sentada en la cama mientras Alexey tenia la cabeza apoyada en mi regazo, acariciaba su blanco cabello, pero no conseguía animarle.
Elisabeth y Catarina habían ido a buscar comida hacia diez minutos, asi que no tardarían en volver.
-¿Crees que les hará daño? -preguntó Alexey, rompiendo el silencio.
-Es lo más probable. -comenté haciendo una mueca. -Nunca habia visto a Irina tan furiosa en toda mi vida, daba miedo.
-Es todo por mi culpa, siempre es mi culpa. -dijo sollozando.
-Eh. -alcé su cabeza y lo mire a los ojos. -Tu no tienes culpa de nada, ¿me oyes?
-Si la tengo doctora Astrid, por mi culpa murieron mis padres, merezco todo lo que me pase y más. -empezó a llorar.
-Sabes que eso no es cierto. -no me di cuenta, pero Irina entró en la habitación y rodeó a Alexey con sus brazos.
Al verla, el muchacho hizo un rápido gesto y la abrazó, ocultando su rostro en el hueco de su cuello y ahogando sus sollozos en él. Irina me hizo un leve gesto con la mano, indicando que me uniese a su abrazo, la boca le temblaba y parecía estar a punto de llorar, no lo pensé un segundo y los rodeé a los dos.
Pasamos un largo tiempo en aquella posición, hasta que Alexey terminó de llorar, parecía estar más calmado, justo en aquel momento llegaron Elisabeth y Catarina con la comida, nos sentamos en el suelo y nos dieron la comida.
-¡Menos mal! Ya empezaba a pensar que os habia pasado algo. -comenté.
-Olle, sabes que no dejan sacar la comida del comedor. -se excusó. -Y menos si quienes la piden no son personas autorizadas y van a estas horas de la noche, he tenido que usar tu nombre varias veces para que me dejasen.
-Bueno, lo importante es que ya estáis aquí y podemos comer. -dio Irina calmando la situación.
-Toma campeón, te he traído el más grande que había. -Catarina le dió un plato con solomillo de ternera y le revolvió el cabello.
-¡GRACIAS! -pareció devolverle al ánimo, porque enseguida empezó a devorarlo.
-Para la Reina, como siempre, manzanas. -puso una cesta de manzanas a su costado. -Y para la amada de la reina, salmón.
-Muchas gracias. -dijimos al unísono.
Catarina habia cogido para ella un costillar de cordero y Elisabeth simplemente una ensalada, como siempre. A Alexey realmente parecía encantarle la carne, estaba disfrutando de aquel solomillo como si fuese el último.
Mientras, Irina devoraba sus adoradas manzanas, no creo haberla visto comer otra cosa desde el día que la obligué a comer algo diferente.
Para cuando terminamos la cena, el reloj marcaba la 1 de la madrugada, Alexey se quedó dormido enseguida, como se habia quedado dormido en el suelo, Irina tuvo que alzarlo en brazos y llevarlo a la cama.
Tras aquello las cuatro abandonamos la habitación, Catarina y Elisabeth se fueron a sus respectivas habitaciones y nosotras nos fuimos a la nuestra.
-Estoy agotada. -suspiró Irina. -Demasiadas emociones por hoy, ¿no crees?
-Y tanto. -contesté. -Solo quiero tumbarme en la cama y quedarme... -no pude terminar la frase.
Mi mente se nubló al ver a Irina desvestirse para ponerse el pijama, me resultó extraño pero hoy la encontraba mas sexy que nunca.
-¿Y quedarte...? -repitió intentando que terminase mi frase.
-Quedarme... Quedarme... ¡Dormida, eso! -volteé para dejar de mirarla, me excitaba demasiado.
-Ash, ¿te ocurre algo? -me abrazó por detrás.
-No, nada, no me pasa nada. -dije nerviosa y sonrojada.
Sabia que Irina estaba cansada y lo último que querría hacer aquella noche era jugar a los doctores conmigo, ya me entendeis.
-Me voy a dormir, buenas noches. -me olvide de como caminar y tuve que ir hacia la cama como si fuese un robot.
Me tumbé mirando hacia la pared, evitando que pudiese verme, podía escuchar como terminaba de vestirse.
Se tumbó a mi lado y me abrazó, mi corazón iba a salirse del pecho por los nervios, si no quería que me notase nerviosa ahora podría incluso escuchar mis latidos.
La mano de Irina me sacó de mis pensamientos, se metió dentro de mis pantalones y empezó a acariciar mi entrada, que llevaba mojada desde hacia rato.
-¿He de recordarte que puedo olerte cuando te excitas aunque esté a 500 metros? -susurró en mi oído.
-Se me olvidó ese pequeño detalle. -comenté tras soltar un pequeño gemido.
-Pues es bastante importante...
Me di la vuelta, quedando frente a ella mientras seguía acariciando mis partes.
-Pensé que estabas cansada... -comenté apenada.
-Siempre tengo tiempo para ti. -dijo con una sonrisa.
Empezamos una guerra de besos que terminó en empate, tras aquella batalla surgió una noche para Mayores de 18.

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Hibridos
Fantasía♡[Historia con contenido Girl×Girl]♡ ♡Si no es de tu agrado; no lo leas. ♡ El amor lo puede todo, y esto es lo que tendrán que demostrar Irina y Astrid, una mujer pantera y una científica recién licenciada. ¿Las acompañarás en su aventura?