Narra Ash
Pasé tres dias sin salir de la cama, no queria ir al instituto, ni comer... No quería hacer nada.
Elisabeth y Catarina venian de vez en cuando para ver como estaba, Alexey apenas se separaba de mi y mi padre venia cada vez que podía, pero a todos les respodía lo mismo.
"Quiero estar sola."
No hacía otra cosa más que dormir, podía soñar que seguía siendo feliz con Irina, podía soñar que no la habia cagado tal y como lo habia hecho.
Pero al despertar, me daba cuenta de la cruda realidad, y las lagrimas volvían a mi ser.
***
Estaba dormida cuando el ruido de una puerta me despertó, no podía ver nada, todo estaba borroso y la luz del sol me cegaba.
-Buenos días, dormilona. -no lograba reconocer de quien era esa voz, me resultaba familiar, pero no del todo. -Me ha cosatado dar contigo... Y tambien me ha costado esperar a que tus amigos de fuesen de casa...
Pude notar como alguien se subía encima de mí, conseguí tapar el sol con la mano y reconocer a quien estaba sobre mi.
-¿Irina? -pregunté extrañada.
La miré a los ojos, aquellos no eran los ojos de mi Irina, estaban teñidos de un rojo sangre y en su rostro se dibujaba una sonrisa casi diabólica.
-¡Tu no eres Irina! -la empujé y me levanté de la cama. -¡Tu eres la chica a la que ví el otro día! ¿¡Porqué te pareces a Irina!?
-Oh cielo... -rió. -No me parezco, SOY Irina.
Quedé perpleja ante la respuesta.
-Bueno, no en su totalidad, mas bien soy un 60% Irina y un 40% Androide. -se levantó de la cama y se acercó lentamente. -Puedes llamarme N-16.
-¿De que diablos estas hablando?
-Bueno, por una parte soy un robot, pero por la otra tengo ganas de torturarte como lo hago con mi dedo meñique del pie. -rió. -Dandote contra cada mueble de esta habitación.
-¡Estás loca! -le lancé lo mas cercano que tenía, un libro.
-Eso quiere decir que tu Irina tambien lo está. -rió.
Fuí retrocediendo hasta quedar contra la pared y ella se acercaba cada vez más y mas, intenté salir huyendo, pero ella se adelantaba a mis movimientos.
Cuando apenas estubo apunto de rozar mi cabello con sus manos, algo entró por la ventana, chocando contra ella y alejandola de mí.
-NO. TE. ATREVAS. A. PONER. TUS. SUCIAS. ZARPAS. SOBRE. MI. PRINCESA. -la verdadera Irina comenzó a golpear a N-16 en la cara.
El androide se las apañó para deshacerse de Irina y lanzarla hacia la pared, pero esto no le impidió levantarse y seguir peleando.
Apenas podia ver donde estaban, era como ver una pelea a velocidad ultra rápida; los golpes que lanzaba Irina lograba esquivarlos facilmente.
-¿¡Con que tú eres la original!? -preguntó el N-16. -La doctora Hansen estará contenta de que te lleve conmigo.
-¿¡Eres un experimento de mi madre!? -pregunté alarmada.
-¡CALLATE Y PELEA! -Irina logró asestar un golpe en la cara del androide, mandandola a volar un par de metros.
Irina se subió sobre el N-16 y le dió un puñetazo en la cara.
-¡Eso es! ¡Desata tu ira contra mí! -la sonrisa del N-16 era aterradora.
El cuerpo del robot empezó a cambiar, ahora se convirtió en una mujer mayor, de no mas de 40 años, cabello castaño anaranjado y ojos azules.
-¿Porqué no te vengas mejor de tu madre? -Irina quedó petrificada, al ver la nueva imagen del robot.
Éste la iba a golpear cuando los ojos de Irina se encendieron, comenzó a golpearla sin piedad.
Duró apenas 3 minutos pero cuando terminó, el rostro del androide no era más que un amasijo de cables y placas de metal esparcidos por el suelo.
-¡Irina basta! -dije alejandola del cuerpo. -¡Ya está! ¡Está muerta!
Los nudillos de Irina estaban pelados y sangraban, la respiración de Irina era entrecortada y sus ojos desprendían ira y rabia.
-Mírame Irina. -le agarré la cara y puse mi frenre contra la suya. -Se acabó, ya está.
Las lagrimas cayeron sin cesar de sus ojos de ambar, sin dudarlo dos veces la besé, mis labios anhelaban el tacto de los suyos, aquellos tres dias habian sido todo un invierno sin su calor.
Irina me empujó hacia delante, cayendo al suelo.
Cuando abrí los ojos, quedé horrorizada al ver, como el brazo del N-16 se extendía hasta atravesar el pecho de Irina por la espalda, arrancandole el corazón todavía latente.
Tardé en reaccionar, agarré una de las barillas de la chimenea y la clavé en el brazo del robot, haciendo que soltase el corazón de Irina.
Comencé a claver el palo de metal por todo du cuerpo, asegurandome de que no seguía vivo; mis ojos se habian vuelto a llenar de lágrimas, pero estas eran calientes, estaban llenas de ira.
Cansada, me acerqué a Irina, la cual había quedado tumbada en el suelo. Me miró a los ojos dulcemente, sonriendome como si no le doliese y acarició mi mejilla con su mano.
-Te amo, Astrid Hansen. No lo olvides nunca. -susurró con la voz quebrada. -Eres lo más bonito que me ha pasado en esta vida.
Poco a poco, sus ojos se fueron cerrando, pero la sonrisa permaneció ahí.
-Irina no me hagas esto. ¡No puedes dejarme sola! -le exigí. -¡Tenemos que cuidar de Alexey! ¡Tenemos que ser una familia! Juntas...
No había respuesta, sus pulmones habian dejado de respirar pero su corazón seguía latiendo, debil, pero aun latía.
-¡NO PUEDES MORIR! -grité. -¿¡NO ERAS INMORTAL!? ¿¡QUÉ CLASE DE INMORTALIDAD DE MIERDA ES ESTA!?

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Hibridos
Fantasía♡[Historia con contenido Girl×Girl]♡ ♡Si no es de tu agrado; no lo leas. ♡ El amor lo puede todo, y esto es lo que tendrán que demostrar Irina y Astrid, una mujer pantera y una científica recién licenciada. ¿Las acompañarás en su aventura?