Capitulo 6

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Narra Irina

Me desperté y decidí quedarme un rato más en la cama, pero al intentar acomodarme pude notar que no estaba sola, abrí los ojos lentamente y ahi estaba Ash, dormida, recostada en la pared con una mano en mi cabeza.

Al principio no supe que hacer, pude notar como mis mejillas se calentaban, no sabía que había pasado ni porque ella estaba allí, pero a decir verdad no me desagradaba.

Me acomode en su pierna, mientras ella todavía tenía su mano en mi cabeza, estaba preciosa mientras dormia, su rubio cabello le recorría toda la parte izquierda de la cara, dejando oculto su ojo, sus rojos y carnosos labios estaban entreabiertos, se la podía oir respirar.

Me quedé dormida mirándola, sintiendo cosas que nunca antes había sentido.

Narra Ash

Desperté en la habitación de Irina, al parecer me había quedado dormida. Me levanté lentamente, sin hacer ruido y miré a Irina por última vez, antes de salir de la habitación.

Entré a mi cuarto para darme una ducha y cambiarme de ropa, eran las 8:15 de la mañana, decidí que podría ir a desayunar mientras Irina se despertaba. Lo único que deseaba era que no se hubiese despertado por la noche.

Llegué al comedor, donde estaban mis compañeros desayunando, me senté en una mesa detrás de ellos y me puse a leer el periódico, pero me descentre cuando escuché de que hablaban.

-¿Alguien más vio ayer al especimen monstruo?- dijo una mujer sentada en la mesa de detrás.
-¿Que dices?- preguntó un chico de la misma mesa.

-Resulta que ayer hubo una pelea en el patio, una interna novata intento separar a los especimenes que se peleaban, pero la atacaron. Entonces, de la nada apareció una especie de pantera gigante y los sujetó de la cabeza, cuando los soltó salieron corriendo.- dijo la mujer mientras movía las manos. - Cuando la cosa se calmó, el monstruo volvió a un tamaño normal y volvía a ser humana.

-¿Humana? Esas cosas no son humanas, son monstruos.- dijo el chico riéndose.

-Lo mas gracioso era que despues de transformarse, estaba completamente desnuda.- siguió la mujer.

No pude aguantar más y les tiré el vaso de agua que tenía encima de la mesa.

-¿¡Que cojones!?- gritó el chico.

-¿Tu crees que un monstruo salvaría a alguien de ser deborado?- grité.- Yo fui la novata a la que salvó, y puedo decir con toda seguridad que llevo mas tiempo aquí que cualquiera de vosotros.- seguía gritando, pues estaba realmente enfadada.

Narra Irina

Me desperté en la cama, pero Ash ya no estaba. Decidí vestirme y salir a buscarla, aunque me daba verguenza que cualquiera pudiera reconocerme.

Olí un perfume de lavanda en el pasillo, supuse que era ella así que seguí el rastro hasta una sala gigante, allí estaba Ash, parecía estar peleando con unas personas no entendía nada, pero estaba muy enfadada.

-Menuda la que se ha montado. Están hablando de ti ¿sabes?- me giré y habian dos chicas detrás de mi.- En que lío te has metido ¿Eh, panterita? - dijo la más alta.

Me dio verguenza hablar, asi que no dije nada y me quedé callada, mas roja que el mismísimo color.

-Cat, no seas maleducada.- dijo la chica de su lado.- Soy Elisabeth, y esta es Catarina.

-Yo... Yo soy... -me interrumpió antes de que terminase de hablar.

-Irina, lo sabemos. Ya eres conocida en todo el lugar.- dijo Elisabeth.

-Llevas aquí un dia y ya te has ganado fama...- dijo Catarina antes de que Elisabeth le diese un coscorrón en la cabeza.

-Eso no viene al tema.- dijo Elisabeth.

-Ah, ¿pero había un tema que hablar?- preguntó Catarina mientras miraba a su compañera.

Antes de que Elisabeth pudiese hablar, unos fuertes gritos me alarmaron, Ash estaba gritando a una mujer, y parecía que las cosas llegarían a las manos.

Vi que la mujer iba a agredir a Ash, y no me lo pensé dos veces, fui corriendo para detener el golpe, cogí su puño con mi mano y elevé a la tipa por encima de mi cabeza.

Ella gritaba en el mismo idioma que Ash, y yo seguía sin entender nada.

Las chicas con las que estaba hablando se acercaron y hablaron con la mujer, mientras yo la seguía sujetando.

-Sueltala Irina.- me ordenó Elisabeth, a lo que yo hice caso.

La mujer se fue junto a sus compañeros y se marcharon del comedor. Mientras yo, tenía un hambre atróz.


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