Capitulo 23

2.4K 235 10
                                    

Narra Irina

Abrí los ojos y no sabia ni donde estaba ni qué había ocurrido, hasta que hice memoria, lo último que recordaba era tapar a Ash con mi cuerpo y quedarme profundamente dormida.

Intenté levantarme, seguía transformada pero la herida ya no estaba, volví a mi forma humana y quedé completamente desnuda.

Salí de la cueva para buscar a Ash, que no estaba dentro, y eso me pareció extraño.

-¿¡Estás loca!? -gritó una voz familiar.

Vi a Ash a lo lejos, corriendo hacia mi posición. Instintivamente corrí hacia ella, saltando a su cuello para abrazarla, cosa que nos hizo caer a ambas.

Besé sus labios con necesidad, ella correspondió mi beso acariciando mi nuca.

Tras unos minutos de besos y caricias nos levantamos del suelo.

-Te vas a resfriar, tonta. -se quitó su abrigo e intentó ponermelo a mi, pero lo rechacé.

-Sabes que yo nunca me he puesto mala, no voy a empezar ahora. -cogí el abrigo y se lo volví a poner.

-Está bien, pero vamos a la cueva, solo por seguridad.

Me puse la ropa solo para que no se preocupase, Ash encendió una fogata con un mechero que llevaba en la maleta.

Extendió un saco de dormir en el suelo y extrajo un par de mantas para taparnos.

-Ahi llevas de todo ¿no? -pregunté recostandome en la pared.

-Si, es bueno saber algo sobre supervivencia... -se sentó a mi lado, dejando que recostase mi cabeza en su hombro.

-¿Crees que tu madre se habrá olvidado ya? -pregunté.

-No. Lo mas seguro es que haya enviado a más personas a buscarnos. Y más si tenemos en cuenta el dinero que está perdiendo. -hizo un gesto frotando los dedos.

-¿Y que vamos a hacer?

-Mañana saldremos a buscar un pueblo o alguna ciudad, allí llamaré a mi padre.- comentó acariciandome la cabeza.

-¿Y que hará tu padre? -pregunté curiosa.

-El es el director de la compañía, no mi madre. Supongo que podrá mover algunos hilos y terminar con toda esta locura que ha empezado mi madre.

Nos quedamos un rato en silencio, abrazandonos mientras oíamos el chisporroteo del fuego.

-¿Puedes prometerme algo? -dije somnolienta.

-¿Que es? -se separó de mí para mirarme a los ojos.

-Quiero que estés siempre conmigo.- susurré.

-Te lo prometo.- pude escuchar antes de quedarme dormida.

Narra Ash

Nos quedamos dormidas hasta la primera luz del día, las dos estabamos muy cansadas, pues, aunque Irina acabase de despertar no habia descansado durante todas aquellas horas.

-Vale, yo estoy lista, ¿nos vamos? -dije preparada.

-Un momento. -Irina comenzó a quitarse la ropa.

-¿¡Que estas haciendo!? -pregunté sonrojada.

-He pensado que si te montas en mi lomo mientras estoy transformada podremos llegar antes. -acabó de desvestirse. -Ash, este no es momento para pensar en hacer cosas sucias.

Si, he de admitirlo, estaba excitada. Pero teniendo delante aquel pequeño y hermoso cuerpo desnudo ¿quien no se excitaria? Sacudí mi cabeza y volví a concentrarme.

-Odio que Catarina te haya enseñado a oler esas cosas. -dije cruzandome de brazos.

Irina poso un beso sobre mis labios y se transformó, dificilmente logré subirme a ella pero cuando ya estaba asegurada encima, comenzó a correr, era la misma sensacion que montar a un caballo, solo que el caballo era una pantera negra con un largo pelaje y también mi novia.

HibridosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora