Capitulo 52

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Narra Alexey

Aproveché el desorden que había en la sala de estar para dar una vuelta por el jardín, salí en busca de la pequeña ardilla a la que había salvado.

Di unos cuantos pasos adentrándome en el pequeño bosque, encontré la cuerda con la que la habían atado al árbol, y no sólo eso, también encontré un charco de sangre, muy probablemente la mía.

Aparté la vista en cuanto lo vi, el estomago se me revolvió y me entraron unas ganas horribles de vomitar. Pude notar algo trepando por mi pantalón, baje la mirada y ahí estaba mi pequeña amiga.

Puse mi mano para que subiese sobre ella, era bastante pequeña, tenia unas grandes orejas puntiagudas y todo su cuerpo era de un color blanquecino.

-Adorable. -pensé.

-¿Alec? -pude escuchar la voz de Irina detrás de mi. -¿Que estas haciendo?

-He venido... A buscar a la ardilla. -dije mostrándosela.

-Ya veo... ¿Pero no crees que es un poco arriesgado salir tú solo otra vez? -dijo destacando las dos ultimas palabras.

-Supongo que tienes razón... -comenté agachando la cabeza.

-Anda, entremos, tampoco es que haga tanto calor como para ir semidesnudo por el jardín...

Mi pequeña nueva amiga me siguió, Irina me dejó quedármela como mascota, y Ash estuvo de acuerdo, siempre y cuando la llevásemos al veterinario, por seguridad.

***

Le pedimos a Claus que nos llevase a un centro veterinario, el cual era el del centro comercial; entramos y nos sentamos en la sala de espera junto a unas cuantas personas más. Deian nos acompañó, Irina ya me habia explicado todo lo relacionado con él y la historia sobre como se habia convertido en un dios.

-¿Astrid Hansen? -una chica a la que no pude ver bien llamó a mamá.

-¿Como sabe tu nombre? -susurré.

-He pedido cita en casa por teléfono. -rió Ash.

-Ah... -a decir verdad la tecnología se me escapaba de las manos, lo único que sabia manejar bien eran los videojuegos...

Entramos a la consulta del doctor, la enfermera se giró y ahora pude verla perfectamente. Era la misma chica que salvé en el tejado el Viernes, cabello dorado y ojos azul blanquecino, era algo difícil distinguirla sin el uniforme.

-¡Hey! -dije sorprendido. -¡Tu eres la chica del tejado!

Me miró algo sorprendida, casi asustada.

-Perdona las maneras de mi hermano... -dijo Irina acariciándome la cabeza. -No creo que te acuerdes de el.

La chica se acercó a mi, pegando su rostro al mio, la sangre subió a mi cabeza como el champan al ser descorchado.

Tras analizarme varios segundos, volvió a su posición inicial.

-Si que me acuerdo, muchas gracias por ayudarme. -comentó. -Pero podría haber salido yo sola.

Tras aquellas frías y cortantes palabras, salió de la consulta pude ver que su mano estaba vendada y tenía una liega cojera de la pierna izquierda; mi pequeña amiga comenzó a gruñir hacia la puerta, algo enfadada.

-¡Será desagradecida! -comentó Deian.

-Olvidelo, fue culpa mía... -intenté apaciguarle.

***

Tras unos minutos de espera, el veterinario llegó.

-¿Que tenemos aquí? -preguntó mirando a la ardilla. -¿Donde has conseguido a esta ardilla roja albina?

-Estaba en nuestro jardín. contestó Ash.

-¿Una ardilla Europea en un jardín Americano? -rió. -¿Han comprobado si tiene chip localizador? Porque podría ser de alguien.

Negué con la cabeza, el doctor se acercó y acarició repetidamente el lomo de la ardilla, mientras ella gruñía.

Deian rió en un par de ocasiones, a lo mejor el la entendía...

-No parece tener ningún chip. -confirmó el medico. -Pon a nuestro amigo sobre la mesa.

***

Pasamos alrededor de media hora en el veterinario, el doctor le inyectó a Anna varias vacunas contra la rabia y otras enfermedades, tuve que ponerle un nombre para el registro de adopción y compramos varias cosas más que posiblemente necesitaría.

Mientras nos marchábamos a casa pude darme cuenta de que la chica del tejado me miraba con mala cara, como si estuviese enfadada conmigo.

Ya en la limusina decidí comentárselo a Irina.

-Mamá. -dije mientras acariciaba a Anne. -¿Tu crees que esa chica pueda estar enfadada conmigo?

-Tal vez... -comentó. -A lo mejor porque no le gustó que tanta gente viera como le pegaban...

-¿Hice mal? -pregunté cabizbajo.

-No, pero a lo mejor podrías haber pasado desapercibido en el instituto. -me acarició la cabeza. -Así nadie te hubiese seguido.

***

Ya en casa, dispuse todo lo necesario para que Anne pudiese dormir y jugar en mi habitación tanto como quisiera.

-Alec. -Irina y Ash entraron en la habitación. -Antes llegó un paquete para ti...

Las miré extrañado, no habia pedido nada por correo o algo por el estilo. Cuando me acerqué pude ver el logotipo de la escuela, lo abrí cuidadosamente y allí estaba mi muevo uniforme; una camisa blanca, una chaqueta azul marino, unos pantalones negros de poliester y una corbata roja.

-¿¡Eso significa que mañana podré empezar!? -pregunté ilusionado.

-Exacto. -comentó Ash. -Tendrás que levantarte pronto mañana...

-Lo haré. -dije abrazándolas a las dos. -Gracias... Por todo.

Las dos me miraron confundidas, no sabían de que hablaba.

-Yo me entiendo. -reí.

Dedicado a NataliMelonari.

¡Muchas gracias por seguir la historia!

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