Capitulo 59

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Narra Ash

Escuché las voces de Catarina y Elisabeth en el piso de abajo.

-¡CAAAAAAT! -grité con agonía. -¡ELIIIIII!

Escuché sus pasos acelerados al subir las escaleras, pero tras eso hubo silencio, se quedaron paradas en la puerta, horrorizadas.

-¿¡Que cojones ha pasado!? -preguntó Cat entrando la primera.

-Ese robot. Irina me ha salvado. Se han paleado. Y le ha... El corazón. -no lograba explicarme, estaba temblando y mi voz apenas se lograba entender bien.

Pude ver la silueta de Alexey en la puerta, de sus ojos caían lágrimas a mares y estaba temblando, miraba horrorizado el cuerpo de Irina.

-¡Tiene que haber algo que podamos hacer! -comentó Catarina.

Alexey cayó al suelo de rodillas observando el cuerpo inmovil de Irina y el charco que lo rodeaba.

-¡DEIAN! -gritó en llanto. -¡DEIAN!

El pecho de Irina comenzó a brillar, su corazón se escondió de nuevo donde tendría que estar y sus pulmones volvieron a hincharse, devolviendole la vida.

-No llores Alexey, estoy aquí.-Deian apareció tras él, abrazándole.

***

Con ayuda de Cat cambié la ropa de Irina y la tumbé en nuestra cama, dejandola descansar. Limpiamos el charco de sangre que había quedado en el suelo y recogimos la chatarra en la que se había convertido el androide.

Llamé a mi padre y en apenas media hora se presentó en casa alarmado, le expliqué todo lo sucedido y todo lo que habia dicho el N-16.

-¿¡Es que esa mujer no se va a cansar nunca!? -preguntó mi padre furioso. -¿¡Como diablos ha escapado del polo sur!?

-Calmate papá, gracias a Deian todo se ha solucionado.

Miré hacia él, estaba sentado en el sofá de la habitación, acariciando el cabello de Alexey mientras dormía profundamente con la cabeza apoyada en sus piernas.

-Todo esto es culpa mía... -susurré con la voz quebrada. -Si tan solo hubiese confiado en Irina...

-Cielo cálmate, nada de esto es culpa tuya. -comentó mi padre abrazandome.

-El señor Hansen tiene razón, Ash. -Catarina apareció de la nada. -Todos sabemos a quien culpar por lo que le ha pasado a Irina...

Cat miró el amasijo de hierros que habia en mi escritorio, refiriendose a mi madre.

El cuerpo de Irina comenzó a flotar a un par de centímetros sobre la cama, alarmando a todos.

-¿Que está pasando? -preguntó Catarina extrañada.

-No te preocupes, es normal. -sonreí acercandome a Irina, me hizo gracia que aun en aquella situación sus poderes siguiesen flotando. -Suele hacerlo cuando duerme.

Empecé a acariciar el vientre de Irina, haciendola reposar nuevamente en la cama en apenas un instante.

-Ash... -susurró aún dormida.

De mis ojos comenzaron a caer lágrimas; a pesar de todo por lo que la había hecho pasar seguía soñando conmigo.

***

Fuera estaba oscuro eran las 12 de la noche y habian pasado varias horas desde el ataque del robot e Irina todavía no despertaba.

Catarina y Elisabeth ya se habian ido a dormir, Alexey le pidió a Deian que se quedase toda la noche con él; y ya se han quedado dormidos en el cuarto de Alexey, y mi padre decidió quedarse en el cuarto de invitados que hay en el piso inferior.

Yo me acosté junto a Irina, esperando a que despertase, pero no pude aguantar más y me dormí, abrazada a ella.

***

Volví a despertar cuando noté que Irina no estaba a mi lado, busqué con la vista por toda la habitación; pero no habia rastro de ella. Los pensamientos de que podría haber vuelto a marchar vinieron rapido a mi mente, igual que las lagrimas.

Abracé su almohada llorando, pensando en que nunca volvería a verla.

-¿Mi vida, estás bien? -levanté la cabeza al escuchar la voz de Irina.

Estaba de pie junto a la cama, sosteniendo un vaso de agua en su mano derecha.

-Pensé que te habias ido... -susurré con la voz quebrada.

Irina dejó el vaso en la mesilla y subió a la cama, abrazandome. -No me voy a ir, tranquila.

***

No recuerdo cuando me quedé dormida, tan solo recuerdo estar llorando en el hombro de Irina. Miré el despertador; eran las seis y media de la mañana, Irina estaba dormida encima de mi y no podia hacer otra cosa mas que admirar su sueño; aunque tampoco me importaba.

Empecé a jugar con su negro cabello, quitando mechones de su cara y curvando otros.

-¿Vas a seguir jugando con mi pelo o vas a darme un beso de buenos días? -preguntó asustandome.

-Elije tú. -respondí mirandola a los ojos ahora que levantaba la cabeza.

Rió, rodeó mi cabeza con sus brazos y se acercó a mi, besandome con dulzura.

-Beso, entendido. -sonreí al separarnos.

Me miró a los ojos, sonriendo. -Te he echado de menos.

La abracé, la abracé como si se fuese a ir de mi lado en cualquier momento, como si aquello fuese un sueño del que fuese a despertar en cualquier momento.

Solo para que no pudiese ver mis ojos cristalizados por las lagrimas.

¡Hola! Sabeis que no soy muy fan de dejar notas a final de capítulo y esas cosas, pero creo que la ocasión lo merece...

¡Sin apenas darme cuenta henos llegado ya a los 18k!

Os parecerá una tontería pero el pensar que a la gente le gusta lo que escribo y que puedo llegar a haceros felices o incluso a haceros llorar con la novela... Me emociona.

Tambien he pensado que el ultimo capitulo ha sido muy dramatico y no os iba a dejar una semana preguntandoos si este era el final.

No, no lo es.

Os quiero. <3


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