Hibridos

Capitulo 27

Narra Ash

Han pasado 3 meses desde que Irina entró en coma, según los informes es muy probable que no despierte nunca, pero no pienso rendirme, yo se que despertará y volverá a mirarme con esos ojos amarillos, aquellos que me derretian de tan solo pensar en ellos.

-Hija, deberías descansar... Llevas aquí todo el dia... -mi padre me sacó de mis pensamientos.

-No puedo papá, ¿y si Irina despierta y no me ve a su lado? -dije acomodandome en la silla.

-Si Irina despierta te llamaré enseguida, solo estás a una puerta de distancia. -mi padre tenía razón, cuando quedó en coma trasladamos enseguida los aparatos necesarios a su habitación, y a dia de hoy allí sigue.

-Está bien... -me levanté.

Salí de la habitación, y antes de que pudiese siquiera respirar, Catarina y Elisabeth se lanzaron a mi a por respuestas.

-¿Como está? - inició Catarina.

-¿Ha despertado? -siguió Elisabeth.

-¿Tu te encuentras bien? Pareces cansada...

-Sigue igual, no ha despertado y yo estoy bastante cansada... -dije antes de que pudiesen hacer más preguntas.

-¡JODER! Siento lo que voy a decir pero tu madre es una... -antes de que pudiese terminar la frase en un insulto, el cual todas estábamos de acuerdo, Elisabet le dió un toque en la cabeza con una revista doblada.

-Malhablada. -dijo Elisabeth.

-¡Pero si no había terminado! ¡No sabes lo que iba a decir! -dijo Catarina palpando la zona del golpe.

-Alguna mala palabra seguro. -comencé a reír, aquellas situaciones entre ellas dos siempre me hacían gracia. -Bueno, por lo menos hemos conseguido sacarle una sonrisa...

-Gracias chicas... Si no os importa me voy a dormir, estoy muy cansada... -dije antes de entrar en mi habitación.

Al cerrar la puerta no pude aguantar, recosté mi espalda sobre ella y comenzaron a brotar lágrimas de mis ojos, para dar paso a un llanto desconsolado, estuve llorando hasta quedarme dormida.

Narra Irina

Estoy en una especie de vacío, no hay nada, solo estoy yo y la tremenda oscuridad... Llevo mucho tiempo aquí, no se que hacer, no tengo sueño ni hambre, ni puedo hacer nada... Los últimos recuerdos que tengo son del día en que la madre de Ash me torturó... Todavía recuerdo cómo entró Ash, como lloraba sobre mi, como me llamaba... Después de aquello, solo veo oscuridad. Me pregunto si estaré muerta...

-No lo estás. -dijo una voz masculina.

-Que coj... -antes de que pudiese terminar la frase, me interrumpió.

-Malas palabras no, ¡eh! Que nos conocemos... Bueno, que te conozco. -comentó riendo.

-¿Podrias mostrarte?

-Si claro, lo que me faltaba, meterse en tu cuerpo, quita, quita. -no entendia a que se referia con "meterse en mi cuerpo".

-¿Entonces estás fuera de mi cerebro? ¿¡Como puedo salir de aquí!? -le pedí ayuda, total, en peor situación no podría estar.

-Irina, yo ya estoy muerto, no puedo hacer nada por tí. Pero tu si que puedes, solo tienes que concentrarte. -explicó. -Y te recomiendo que lo hagas rápido, porque estás en un estado muy deplorable...

-¿A qué te refieres con que estas muerto? -pregunté.

-Muerto, difunto, estiré la pata, me fuí al otro barrio, se terminó mi reloj de arena, pasé a mejor vida, ¿quieres que siga? -dijo sarcásticamente. -En fin, solo tienes que concentrarte en volver a moverte.

-Pero cómo puedo...

-¡Epa! ¡Se ha terminado el tiempo de consulta! -me interrumpió. -Serán 50 Coronas, pero te lo dejo gratis por ser tú. -parecía que le hacia gracia que estuviese en aquella situación. -Vuelve a abrir los ojos Irina, tienes aquí a una persona que no puede dejar de llorar por ti.

-¡Espera! ¡Dame alguna pista sobre como volver!

La voz no respondió... Volví a estar sola...

¿A que se refería con concentrarme? ¿Como sabe mi nombre? ¿Por qué puedo escucharle si se supone que está muerto? Tantas preguntas vinieron a mi cabeza en un solo momento... Era muy dificil asimilar de golpe aquella situación...